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Un guardia de tráfico británico ha sido despedido por decir a cientos de conductores que les ‘aligeraría’ sus multas si posaban junto a él y su multa.
Steven Jarvis, que así se llama el guardia, convencía a los multados de que les echaría una ayudita en sus recursos para anular la multa si aceptaban posar junto a sus vehículos con él y con la multa en cuestión.
La intención de Jarvis no era otra que recopilar todas las fotos en un libro, pero ahora ha sido despedido de su empleo después de conseguir más de 200 fotografías de conductores multados y aliviados por la inesperada oferta.
“Las fotos eran parte de mi proyecto para publicar un libro. Les decía a los conductores que añadiría un comentario en mis notas para que sus multas tuvieran más posibilidades de ser retiradas”, ha confesado el agente.
Jarvis afirma además que sus jefes estaban al tanto de que tomaba esas fotos desde años antes de que decidieran despedirle. Aclara que le amonestaron por utilizar la cámara del trabajo, y que entonces comenzó a usar su propia cámara de fotos.
El agente Jarvis añade: “Me citaron en su despacho y me dijeron que no les gustaba que tomara fotos. Pero seguí haciéndolo, aunque con mi cámara personal”.
“Creo que las fotos son fantásticas, muy divertidas. Harían un gran libro”.
Un portavoz de la empresa para la que trabajaba Jarvis ha salido al paso de lo sucedido para aclarar que el agente ha sido despedido en parte por el tema de las fotos, pero también por “otras razones”.
“Se trata de un caso aislado. Aún estamos investigando lo ocurrido pero lo que está claro es que el señor Jarvis no estaba cumpliendo con los estándares de lo que entendemos que tiene que ser un agente de tráfico”.
Asimismo, la empresa subraya que el libro jamás verá la luz, ya que “las fotografías fueron tomadas durante la jornada de trabajo y, por tanto, pertenecen a la empresa”.