La colocación de un ‘vending’ o máquina expendedora de juguetes sexuales en una estación de tren de la localidad de Casarsa ha causado un gran revuelo en este municipio del norte de Italia.
Varios padres y madres de familia se han quejado de que sus hijos pasan diariamente por delante de la máquina, que ofrece, entre otros productos, vibradores, bolas chinas, geles y condones.
“Es un escándalo”, afirma María Tutanella, madre de tres hijos. “Mi hijo se paró a mirar la máquina y apuntó a uno de losjuguetes pidiéndome que le explicara qué era aquello. Era un enorme vibrador negro, y mi hijo solo tiene cuatro años. ¿En qué narices están pensando los que han autorizado ésto?”.
Un grupo de madres está organizando una protesta para intentar que retiren la máquina.
“Estoy de acuerdo con que se coloquen máquinas expendedoras de preservativos”, dice otro padre. “Los condones previenen el contagio de enfermedades de transmisión sexual, y creo que tienen que estar al alcance de todos. Pero el tema de los juguetes sexuales me parece demasiado”.
“Los críos que frecuentan este andén son muy pequeños. No deberían estar expuestos a este tipo de cosas. Ya tendrán tiempo de saber lo que son cuando sean mayores”.
La firma responsable de la colocación del ‘vending’ se defiende diciendo que hay más máquinas colocadas en otras estaciones de tres y que hasta ahora no han recibido ni una sola queja. Un portavoz de la empresa ha declarado: “Estamos dispuestos a quitar la máquina si en otras ciudades también piden que lo hagamos. Pero, de momento, tan solo hemos tenido quejas en Casarsa”.