Una familia búlgara ha decidido gastarse sus últimos ahorros en derribar su propia casa y llevar los escombros a la oficina del banco que iba a ejecutar su hipoteca y quedarse con la vivienda, según informa el sitio endoriot.blogspot.
El terreno en el que estaba construida la vivienda no estaba incluido en la hipoteca y pertenece a la familia en cuestión, por lo que tomaron la decisión de derribar la vivienda y llevar los restos al banco que iba a quedarse con ella.
Antes de tomar esa decisión, la familia había agotado todas las posibilidades para intentar onservar su vivienda. Acudieron a hablar con el director de la oficina del banco que les había dado la hipoteca, pero éste no atendió sus súplicas y les dio una semana de plazo para abandonar su casa.
Vista la situación, el cabeza de familia dcidió gastar sus últimos ahorros en derribar la vivienda y contratar un camión para llevar los escombros al banco.
Una historia precida sató a los medios hace unas semanas, cuando un ciudadano griego decidió quemar su casa y tirar su coche por un acantilado antes de que el banco se quedara con ellos.