El consejo de administración del Kursaal ha aprobado la utilización de la Sala Kubo para la organización de congresos, con lo que se conseguiría mayor superficie sin ampliar el edificio, aunque dos veces al año ese espacio de la Kutxa dejará de albergar exposiciones de arte.
El acuerdo, según ha informado el Ayuntamiento de San Sebastián en un comunicado, debe ser ratificado con la entidad de ahorros y plasmado en un convenio en las próximas semanas.
El alcalde donostiarra y presidente del consejo de administración del Kursaal, Juan Karlos Izagirre, ha asegurado que esta solución, propuesta por el gobierno municipal, será “muy positiva” para la ciudad, además de resultar menos costosa que la ampliación del edificio que se barajó en su momento.
La propuesta consiste en realizar una conexión interna entre la sala de exposiciones de la Kutxa, que dispone de 1.000 metros cuadrados, situada en un extremo del edificio del Kursaal, y el resto de espacios, donde se encuentran el auditorio, la sala de cámara y las polivalentes.
El presupuesto de las obras, que el consistorio ha dicho que no hará público hasta que no se concrete el acuerdo con la Kutxa, será sufragado por el Ayuntamiento, la Diputación de Gipuzkoa y la Fundación Kursaal.
Izagirre ha afirmado que el Kursaal es una infraestructura “primordial” para la ciudad, pero que su “limitado espacio” impide organizar congresos de mayor tamaño “que pudieran resultar un referente internacional”.
“Para poder enderezar esta situación, es preciso remodelar el espacio y la decisión aprobada hoy va en esa dirección. La inversión precisa no resulta onerosa. Utilizando la imaginación y trabajando denodadamente se pueden conseguir los mismos objetivos que con las grandes inversiones”, ha subrayado.
Además, señala que con esta medida se cumplirá otro apartado del plan de inversiones consensuado por el gobierno municipal con el PNV.