El Ayuntamiento de San Sebastián implantará a partir de marzo en toda la ciudad el quinto contenedor, el de color marrón, destinado a residuos orgánicos, a través de una campaña que terminará en julio y que persigue aumentar la tasa de reciclaje del 30 % actual al 60 % en 2016.
“No se prevé en estos momentos que haya sanciones” para los donostiarras que no reciclen sus desechos orgánicos y sí bonificaciones que el gobierno municipal de Bildu tiene intención de poner en macha una vez que el uso del contenedor marrón esté en pleno funcionamiento, según ha dicho hoy en rueda de prensa la concejala de Infraestructuras y Servicios Urbanos, Nora Galparsoro.
La extensión del quinto contenedor de basuras, de apertura mediante una tarjeta con chip personalizada, se hará de forma escalonada en los distintos barrios y, una vez que esté desplegado en toda la ciudad, convertirá a San Sebastián en la capital vasca “pionera” en la recogida selectiva de desechos orgánicos.
La campaña se iniciará a principios de marzo con una fase previa de adaptación para los barrios de Gros y Amara, donde ya funciona la recogida de materia orgánica pero con una llave de apertura para los contenedores marrones que no tiene chip.
Galparsoro ha explicado que este dispositivo que sí incluirán las nuevas tarjetas para abrirlos, servirá “para recabar información más detallada” sobre su uso, “impulsar las nuevas prácticas” y establecer posteriormente “un sistema de bonificaciones” para los ciudadanos que lo utilicen.
A partir de ahí, se iniciará un despliegue por fases que irá abarcando progresivamente a todos los barrios y que terminará en julio, cuando estarán ya colocados por toda la ciudad un total de 450 contenedores marrones, que se sumarán a que actualmente se destinan a vidrio, papel, envases y fracción resto.
La responsable municipal ha asegurado que la materia orgánica supone actualmente el 40 % de la bolsa de basura de un hogar donostiarra, con el resultado de 81.455 toneladas de estos desperdicios generados al año en la ciudad, cantidad que se desaprovechaba pero que a partir de ahora “se convertirá en recurso”, pues, a través del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, será trasladada a la planta de Lapatx, en Azpeitia, para fabricar compost.
Antes de cada fase de implantación, el Ayuntamiento desarrollará campañas de información y sensibilización por todos los barrios, para que los vecinos puedan apuntarse y solicitar la tarjeta chip necesaria para usar los nuevos contenedores.
El consistorio enviará por correo las tarjetas, personalizadas con nombre y dirección, junto a una guía, al tiempo que dejará en la puerta del domicilio que participe un cubo y bolsas compostables, que además suministrará gratuitamente por medio de máquinas dispensadoras en casas de cultura y polideportivos de cada barrios.
Preguntada por el coste de esta campaña, Galparsoro ha dicho que la “intención” del gobierno donostiarra es “compensar el gasto de la implantación” del contenedor marrón en toda la ciudad “con la disminución del gasto de depósito en vertedero”.