El Ayuntamiento de San Sebastián ha iniciado hoy su campaña anual para hacer frente a la expansión de la avispa asiática con la instalación de trampas en 35 puntos de la ciudad en los que en los últimos tiempos se ha detectado una mayor densidad de nidos.
El concejal donostiarra de Medio Ambiente, Axier Jaka, ha explicado, en una nota, que “año tras año se está mejorando el protocolo de actuación” contra esta especie invasora, después de que en 2013 se instalaran trampas por primera vez, lo que permitió capturar 400 avispas reinas.
Jaka ha recordado que las reinas de esta especie (vespa velutina nigritorax) construyen en esta época nidos primarios, tras lo que a finales de verano confeccionan un avispero más grande donde se crían unas 200 nuevas reinas y entre 1.500 y 3.000 obreras.
Por este motivo, el inicio de la primavera constituye “la época más idónea y efectiva para actuar” ya que es en este momento “cuando las reinas fundadoras salen de su lugar de hibernación e inician la construcción del nido primario”, de unos cinco centímetros,
El edil ha aclarado que es en estos nidos primarios donde se colocan las trampas que “contienen un líquido atrayente para estas especies” que “está dando resultados mientras se investigan otras medidas de actuación más efectivas”.
Jaka ha destacado la importancia de la implicación ciudadana en este asunto, ya que “la detección y eliminación de estos nidos pequeños supone una reducción considerable del número de futuros avisperos de mayor tamaño”.
“Por cada uno de estos nidos que se destruyen ahora evitamos 200 nidos mayores, es decir, 200 avispas reinas y entre 1.500 y 3.000 avispas obreras. Además, éstos son más accesibles que los que se construyen más tarde y se suelen detectar en árboles y arbustos, buhardillas, trasteros, garajes, o en fachadas orientadas al sur, en terrazas, ventanas, balcones o techados”, ha indicado.
Por el contrario, los avisperos definitivos son de gran tamaño y se ubican en las copas de los árboles, a mucha altura del suelo, y son más difíciles de localizar y destruir.
El año pasado se eliminaron 177 nidos, trece menos que el año anterior, cuando se destruyeron 190, una disminución debida a las condiciones meteorológicas adversas y a que desde la administración pública se esta actuando contra de la especie.
El concejal ha recordado que, aunque esta avispa no supone en principio ningún riesgo para las personas, “está poniendo en peligro a las abejas autóctonas” lo que, desde el punto de vista medioambiental, “es muy perjudicial”.