Los donostiarras recibieron con cierta reticencia la instalación de los primeros contenedores de vidrio en 1982, pero en estos 36 años han colocado a su ciudad entre las que mayores tasas de reciclaje contabiliza, lo que la ha convertido en la Capital del Vidrio 2018.
El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vidrio (Anfevi), Juan Martín Cano, lo recordaba hoy tras la entrega de esta distinción al alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, junto a la playa de la Concha, donde a lo largo del día se confeccionará un “mosaico de vidrio solidario” de botes de cristal con velas en su interior, que se encenderán esta noche.
Cada bote que se añada al mosaico supondrá que un ciudadano ha hecho una donación a la ONG Surfrider España, dedicada a la protección de las costas y océanos.
La iniciativa la impulsa, por tercer año, la plataforma de consumidores Friends of Glass (Amigos del vidrio), que en las ediciones anteriores la llevo a cabo en Madrid y Sevilla, con el respaldo de Anfevi.
Con el premio a San Sebastián, se reconoce el “compromiso” de la ciudad con el “consumo responsable” y “la colaboración de los donostiarras en el reciclaje de vidrio”, un sistema “integral y perpetuo que está en la base de toda economía circular”, ha señalado el responsable de Anfevi.
Cano ha destacado que San Sebastián lidera la clasificación de las capitales de provincia que más vidrio han recogido, con 115 envases por habitante al año, cuando la media española es de 50.
El alcalde ha dicho que éste es, por tanto, un galardón “de todos los donostiarras”, cuya “concienciación” ha permitido lograr “estas cifras récord”.
Ha dicho que el reconocimiento debe ser “un aliciente” para revertir las cifras de generación de residuos, que se habían reducido en los últimos años pero que sin embargo, tras la crisis económica, han vuelto a aumentar.