Robert Boyle nacía en Los Ángeles el 10 de octubre de 1909. Apenas veinte años después en la década de los 30, Boyle entraba a trabajar como arquitecto en los estudios de Hollywood, donde era el encargado de construir los decorados de las grandes superproducciones. Con la llegada de la Gran Depresión Boyle se vio obligado a trabajar como extra en algunas películas de la Paramout, que viendo sus habilidades le ofreció un contrato como escenógrafo.
En 1940 Universal le ofrecía un nuevo contrato y en esa productora trabajó durante el resto de su vida. Su gran oportunidad le llegó poco después de incorporarse a su nuevo puesto. En 1941 Alfred Hitchcock le encargaba la escenografía de ‘Sabotaje’. El cineasta quedó encantado con la labor de Boyle y volvió a contar con el en tres ocasiones más: ‘Con la muerte en los talones’, ‘Los Pájaros’ y ‘Marnie, la ladrona’.
A lo largo de su carrera fue candidato al Oscar en cuatro ocasiones. Una de las candidaturas le llegó gracias a ‘Con la muerte en los talones’ y después llegaron otras tres gracias a su trabajo en cintas como ‘Gaily, Gaily’, ‘El violinista en el tejado’ o ‘El Pistolero’.
Pese a sus notables trabajos y a los incontables premios que acumuló a lo largo de su carrera, tenía el Premio que reconocía toda su carrera y el galardón que lo acreditaba como el mejor director de Arte del año entregado por el Festival de Cine de Hollywood, a Boyle se le resistía el Oscar y tal vez por eso, la Academia le concedía en 2008 el Oscar Honorífico que recibía de manos de Nicole Kidman.
Con 90 películas a sus espaldas y un currículo que incluía sus trabajos con directores de la talla de Hitchcock, Norman Jewison o Don Siegel, Robert Boyle fallecía el pasado 2 de agosto en el Hospital Cedars Sinai de muerte natural. Tenía 100 años.
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