Dirigir una película titulada VACACIONES DE VERANO protagonizada por CLIFF RICHARD no parece la mejor forma de entrar en el mundo del cine, pero PETER YATES, que acaba de morir a los ochenta y dos años, se recuperó rápidamente.
Tras coger oficio dirigiendo siete episodios de EL SANTO se puso a realizar una excelente serie televisiva titulada originalmente DANGER MAN y por aquí AGENTE SECRETO, que daba vuelta a los tópicos del cine de espías al estilo JAMES BOND.
Tras dirigir EL GRAN ROBO, un interesante thriller, YATES encontró el camino a HOLLYWOOD donde consiguió fama y prestigio gracias a BULLIT que confirmó la popularidad de STEVE MCQUEEN. Pero como buen inglés quería distanciarse de los éxitos fáciles y comenzó a rodar películas artísticas como JOHN AND MARY, donde DUSTIN HOFFMAN y MIA FARROW eran el colmo de la modernidad, o LA GUERRA DE MURPHY sostenida solamente en un personaje, al que daba vida PETER O´TOOLE, empeñado en hundir un submarino por métodos artesanales.
No salió bien, así que volvió al cine comercial, a una excelente versión de UN DIAMANTE AL ROJO VIVO, según la novela de DONALD WESTLAKE o EL CONFIDENTE, magnífica muestra de cine negro que fue, seguramente, su mejor película. Porque dirigir EL MADRE, LA MELONES y EL RUEDAS, por mucho que EL RUEDAS sea HARVEY KEITEL, no parece que aporte muchos créditos a una carrera artística.
Pero entre películas de aventuras (ABISMO), films de fantasía (KRULL) regresos a la serie negra (SOSPECHOSO) siempre encontró la oportunidad de realizar sus obras de cámara como LA SOMBRA DEL ACTOR, duelo interpretativo entre ALBERT FINNEY y TOM COURTENAY, que PETER YATES supo orquestar con su sabiduría habitual. Muchos títulos, media docena de obras maestras. Hay motivos para recordar a PETER YATES.
Félix Linares