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‘Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos’ por Félix Linares

Una mujer, una pistola...

A ZHANG YIMOU le perdonamos casi todo, aunque también es cierto que poco tiene que hacerse perdonar, como mucho que no haya continuado en aquella línea que inauguró con SORGO ROJO, SEMILLA DE CRISANTEMO y LA LINTERNA ROJA, películas excepcionales que sumaban a su rigor argumental y desarrollo coherente una puesta en escena deslumbrante y un sentido del espectáculo fascinante.

Su habilidad cinematográfica se mantuvo en sus películas posteriores en su canto al sistema en QIU JU. UNA MUJER CHINA, sus devaneos con el thriller en LA JOYA DE SHANGAI o su irrupción en la comedia en KEEP COOL, época en la que también realizó las emocionantes NI UNO MENOS o EL CAMINO A CASA.

Atrapado después por las películas de espadas siguió demostrando que era un cineasta excepcional en HERO, LA CASA DE LAS DAGAS VOLADORAS y LA MALDICIÓN DE LA FLOR DORADA. Y tras las ceremonias olímpicas, como para aliviar tensión, se deja caer con una nueva versión de la primera película de los hermanos COEN: SANGRE FÁCIL.

UNA MUJER, UNA PISTOLA Y UNA TIENDA DE FIDEOS CHINOS es una comedia muy divertida, en su primera parte, sobre un comerciante despótico, su mujer, el amante de esta y un investigador que cruzan sus vidas en un paraje desértico donde la ambición lleva a una explosión de violencia, lo que permite a los aficionados al viejo cine de YIMOU reencontrarse con el maestro y a los que aprecian su habilidad para rodar escenas de acción descubrir que no ha perdido el pulso.

Suma pues de todas las tendencias de su cine esta película, solo en apariencia menor, es una magnifica lección de cine que proporciona un rato muy entretenido. Como para dejarla escapar.

Félix Linares

Ederne Frontela:
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