Nació ROBERT REDFORD en CALIFORNIA mucho antes de que el surf se popularizara y los hippies llegaran a sus playas.
Pasó su infancia entre latinos, con escasas alegrías económicas y estudios que no llegaron a títulos, pero amaba la naturaleza, dibujaba (se dio una vuelta por EUROPA a finales de los cincuenta buscando su camino), regreso a ESTADOS UNIDOS, conoció a LOLA VAN WAGENER, comenzó a estudiar dirección artística, se casó, y alguien le dijo que debería saber lo que es interpretar para ayudarse en su futuro cinematográfico.
En el año sesenta apareció en un episodio de la teleserie MAVERICK. Parece que ese mismo año asomó su bello rostro en una película, ME CASARÉ CONTIGO, protagonizada por JANE FONDA que después sería su pareja en otras tres películas, pero lo que queda de su primera época son sus múltiples apariciones en series de televisión y algunas películas, LA REBELDE, LA JAURÍA HUMANA y PROPIEDAD CONDENADA, en la que se encontraría con SIDNEY POLLACK, el cineasta con el que mas trabajó, hasta siete películas y algunas muy famosas. Pero su carrera no arrancaba así que volvió a la pintura y vivió seis meses en MIJAS tratando de encontrar su estilo.
Quienes le encontraron a él fueron los productores de DESCALZOS POR EL PARQUE, obra de NEIL SIMON que ya había interpretado en el teatro. La película no es gran cosa pero lanzo su carrera. Después todo fue éxito y dinero.
Y llegó DOS HOMBRES Y UN DESTINO, un western adobado con amor y humor, una pelea de guapos entre REDFORD y PAUL NEWMAN que consiguió unas recaudaciones de escándalo y posibilitó que cuatro años mas tarde se reunieran de nuevo en EL GOLPE.
Hasta la muerte de NEWMAN se especuló con una nueva película no pudo ser. REDFORD estaba lanzado en el comienzo de los setenta: protagonizó alguna obra maestras, EL VALLE DEL FUGITIVO, creo su propia productora, se metió en política y fue el protagonista de una película que deberían ver todos los políticos: EL CANDIDATO.
¿Qué hacemos ahora? se preguntaba el protagonista al final de esta película una vez alcanzado su objetivo. Lo que hizo REDFORD es protagonizar una larga serie de títulos recordables en los setenta: LAS AVENTURAS DE JEREMIAH JOHNSON, LOS TRES DÍAS DEL CONDOR, TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE o BRUBAKER y, sobre todo, TAL COMO ÉRAMOS, una película que mezclaba el amor con la política en las dosis adecuadas. La música ayudaba.
En el ochenta REDFORD dirigió su primera película, GENTE CORRIENTE que le proporciono el OSCAR que la academia le negaba como actor. Así que REDFORD se paró, se dedicó a producir, a montar el INSTITUTO SUNDANCE en sus terrenos de UTAH, y mas tarde el festival del que saldrían algunos cineastas interesantes como QUENTIN TARANTINO.
A pesar de su fama de mecenas su gestión al frente de esta institución hay quien asegura, PETER BISKINS por ejemplo, que REDFORD en realidad no ha trabajado nada en SUNDANCE, que además se dedicaba a destituir a quien le llevaba la contraria y que no tiene ese carácter amigable que vende. No obstante no debió gustarle mucho su trabajo como promotor porque en 1.984 volvió al cine con EL MEJOR y al año siguiente protagonizó una de sus películas mas recordadas: MEMORIAS DE AFRICA.
Mientras REDFORD enamoraba a MERYL STREEP y a los espectadores en la pantalla su matrimonio naufragó. Tuvo una relación con SONIA BRAGA y mas tarde con SYBILLE SZAGGARDS con quien acabó casándose hace dos años. Mientras su carrera como actor se hundía en la mediocridad, con algún repunte escandaloso (UNA PROPOSICIÓN INDECENTE) su fama como director aumentaba gracias a películas poco estimulantes como EL RIO DE LA VIDA y EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LOS CABALLOS.
ROBERT REDFORD ha sido una figura del cine en los últimos cincuenta años, una presencia apreciada, un actor tremendamente guapo con una capacidad interpretativa algo limitada, pero se puede asegurar que nunca ha caído en el ridículo y que ha vendido mas entradas que nadie. Sigue trabajando, todavía tiene la oportunidad de dejarnos algún otro título memorable. Ya les contaremos.
Félix Linares