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Nicholas Ray. Rebelde en Pekín

Nicholas Ray

Nació RAYMOND NICHOLAS KENZLE hace cien años. No tuvo una infancia fácil, nunca terminó sus estudios, intentó dedicarse a la arquitectura y ni la ayuda del mismísimo FRANK LLOYD WRIGHT le sirvió para llegar a nada.

Con 20 años colaboró con un grupo teatral de izquierdas, realizó en la radio programas de música folk y llegados los años cuarenta empezó a trabajar en la televisión como ayudante de dirección.

Con ELIA KAZAN, a quien conocía de sus tiempos del teatro, saltó al cine escribiendo parte del guión de LAZOS HUMANOS. Poco a poco fue subiendo en el escalafón de los estudios hasta que pudo rodar LOS AMANTES DE LA NOCHE, la desesperada huida de dos jóvenes a los que las circunstancias condenan. La película tuvo éxito por su romanticismo y sus apuntes de crítica social y convirtió a RAY en el director perfecto para LLAMAD A CUALQUIER PUERTA, una película donde aparecía ya la problemática de la juventud rebelde y en la que HUMPHREY BOGART ponía su carisma y su fama al servicio del éxito.

Su tercera película, UN SECRETO DE MUJER, permitió que se conocieran RAY y GLORIA GRAHAME que poco después se casarían. Curiosamente, tras su divorcio, GLORIA se casaría con su hijastro TONY, el hijo de NICHOLAS. Otro título fundamental de esta primera etapa es EN UN LUGAR SOLITARIO, otra vez con BOGART, un thriller sobre un guionista de cine acusado de asesinato.

Los productores creyeron que se había especializado en el cine negro y le encargaron varios títulos protagonizados por actores cercanos al género como ROBERT MITCHUM o ROBERT RYAN, pero en el año 54 se encontró con el guión de un western que le permitió hacer una de sus obras maestras: JOHNNY GUITAR. Esta especie de tragedia griega ambientada en un escenario inusual, con unos personajes arquetípicos y con unos diálogos inolvidables convirtió a NICHOLAS RAY en una estrella en EUROPA, aunque en ESTADOS UNIDOS solo sirvió para que le encargaran otro western, BUSCA TU REFUGIO, que buscaba, sin encontrarlo, el tono de su anterior trabajo.

Pero inmediatamente a continuación llegó a las manos de RAY el guión de REBELDE SIN CAUSA, una maniquea visión del mundo de los jóvenes rebeldes donde los buenos eran los hijos de los ricos y los malos los pertenecientes a las clases bajas. RAY rehizo el guión y acabó filmando la película que conocemos. El estudio no estaba muy convencido del resultado pero el gasto estaba hecho y lanzaron la película. El éxito fue monumental en todo el mundo. Sin embargo la muerte de JAMES DEAN en accidente poco antes de su estreno inició la maldición de REBELDE SIN CAUSA y dejó una profunda huella en el director.

La maldición recuerda que sus protagonistas tuvieron destinos trágicos (DEAN murió en accidente de coche, NATALIE WOOD en circunstancias misteriosas ahogándose en el mar, SAL MINEO fue asesinado junto a su casa, DENNIS HOPPER atravesó un infierno de drogas y locura y algo semejante acabó pasándole a RAY) aunque la historia ha dejado al film como una de las cimas del séptimo arte.

NICHOLAS RAY dirigió a continuación varias películas estimables: MAS GRANDE QUE LA VIDA, LA VERDADERA HISTORIA DE JESSE JAMES, AMARGA VICTORIA, MUERTE EN LOS PANTANOS (durante cuyo rodaje enfermó gravemente y cayó en el alcoholismo) y LOS DIENTES DEL DIABLO que conjugaban equilibradamente sus intereses sociales y políticos y el gran espectáculo del cine de HOLLYWOOD. Por esa fecha SAMUEL BRONSTON montó sus estudios en ESPAÑA y comenzó a producir superproducciones a las que quiso dotar de una pátina de intelectualidad y así contrató a ANTHONY MANN y a NICHOLAS RAY. Este dirige REY DE REYES sobre la figura de JESUCRISTO y aquel EL CID. Ambas tienen éxito y BRONSTON quiso repetir la fórmula con MANN y CHARLTON HESTON haciendo LA CAIDA DEL IMPERIO ROMANO, pero HESTON se negó a seguir trabajando con ANTHONY al que consideraba un cineasta poco dotado para la acción.

En una maniobra fulgurante BRONSON ofreció a HESTON la película 55 DÍAS EN PEKÍN y puso a RAY a dirigirla. El resultado fue una película estimable, otro choque de estrellas, el enfado de HESTON, el despido de RAY y la incorporación de GUY GREEN para terminarla, mientras el protagonista solo quería rodar con ANDREW MARTON, director de la segunda unidad con quien ya había trabajado en BEN-HUR y EL CID.

Tras este despido NICHOLAS RAY se desplomó y empezó un recorrido decadente que le llevaría a abrir un bar en MADRID que le ocupó año y medio, preparar diversas películas que no verían la luz, seguir diferentes iniciativas alternativas para mostrar los cambios políticos que se estaban produciendo en ESTADOS UNIDOS, participar en películas corales, rodar algún corto y encontrarse con WIN WENDERS y trabajar con él en la película RELÁMPAGO SOBRE EL AGUA que contaba los últimos tiempos de su agonía, de manera que la última escena del film es el aventamiento de sus cenizas.

NICHOLAS RAY hubiera asumido aquello que se decía de EL CID: “Señor, que buen vasallo si hubiera buen señor”, pero en su camino solo encontró mercaderes insensibles que mutilaron su trabajo e impidieron el desarrollo de una carrera que podría haber sido gloriosa. Hoy, cien años después de su nacimiento, tenemos sus películas para intuir lo que podría haber sido. Un triste consuelo.

Félix Linares

Ederne Frontela:
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