- Gene Kelly
EUGENE CURRAN KELLY, nacido en PITTSBURG, PENSILVANIA, fue un bailarín excepcional, un coreógrafo imaginativo, un cantante voluntarioso, un actor competente y un director de cine aplicado. En definitiva, un infatigable genio que revolucionó el cine musical estadounidense.
Su padre era vendedor de fonógrafos y su madre, aficionada a la danza, llegó a crear varias academias de baile, así que no es de extrañar que los hermanos KELLY fueran impulsados por ella hacia los escenarios. Primero fueron THE FIVE KELLYS y después THE KELLY BROTHERS, GENE y su hermano FRED. Los dos se lanzaron a la aventura y se fueron, a triunfar, a NUEVA YORK.
En BROODWAY fueron recibidos con los brazos abiertos, aunque la carrera de FRED fue muy corta, solo llegó a aparecer en una película con su hermano. Pero GENE rápidamente consiguió trabajo en el musical LEAVE IT TO ME y dos años después ya era el protagonista de PAL JOEY en cuyo cuerpo de baile encontró a un jovencísimo STANLEY DONEN, otro genio con el que trabajaría mucho en el futuro.
Fue fichado por la compañía cinematográfica de DAVID SELZNICK, una productora que curiosamente apenas hacía musicales y cuyo jefe se empeñó en hacer de KELLY un actor dramático. Debutó en POR MI CHICA Y POR MÍ donde conoció al legendario coreógrafo BUSBY BERKELEY y a JUDY GARLAND, después a GEORGE SYDNEY, luego a CHARLES VIDOR al que le colocó en LAS MODELOS una coreografía en la que bailaba consigo mismo.
Todo HOLLYWOOD estaba rendido a aquel individuo incansable que nunca paraba de bailar. En 1945 rodó LEVANDO ANCLAS donde volvió a revolucionar el medio cantando y bailando con un dibujo animado: JERRY de la pareja TOM Y JERRY. Muchos lo han hecho después, pero él fue el primero.
Esta película también le emparejó con FRANK SINATRA que ya era un cantante famoso. Volvió a encontrarse con él en ZIEGFELD FOLLIES donde estaban también ESTHER WILLIAMS, JUDY GARLAND y FRED ASTAIRE con el que siempre le comparaban, siendo como eran tan distintos. Luego EL PIRATA de VINCENTE MINELLI, LOS TRES MOSQUETEROS de GEORGE SYDNEY una película de aventuras rodada como si se tratara de un musical, y su debut como director, en compañía de STANLEY DONEN, llevando a la pantalla el musical de LEONARD BERSTEIN, UN DÍA EN NUEVA YORK.
Debutar con una de las mejores películas de la historia del cine es todo un compromiso, pero KELLY estaba lanzado y rodó a continuación UN AMERICANO EN PARIS, dirigida por MINELLI. Para esta película GENE KELLY coreografió un impresionante ballet que duraba diecisiete minutos y cuyo rodaje costó medio millón de dólares. Pero ahí lo tienen tan fresco como hace sesenta años. Por él le dieron un OSCAR por su versatilidad como artista.
Todo es excepcional en la vida de GENE KELLY. Bueno, salvo quizá su vida amorosa. Su primera esposa fue la actriz BETSY BLAIR, protagonista de MARTY y CALLE MAYOR de JUAN ANTONIO BARDEM. BETSY fue perseguida por el COMITÉ DE ACTIVIDADES ANTIAMERICANAS y GENE tuvo que utilizar toda su influencia para evitar represalias. Curiosamente aquellas tensiones les pasaron factura y poco después de que la actriz abandonara las listas negras fue ella la que dejó a su marido.
GENE se casó mas tarde con JEANNE COYNE que había sido esposa de STANLEY DONEN con el que, por cierto, seguía dirigiendo películas, entre ellas la archifamosa CANTANDO BAJO LA LLUVIA.
Después llegó BRIGADOON un musical fantástico, e incomprendido, dirigido por VINCENTE MINELLI donde bailó, una vez mas, con CYD CHARISSE, quizá su pareja de baile mas famosa. Y llegó el cierre de su trilogía como director con DONEN con SIEMPRE HACE BUEN TIEMPO, una especie de visión amarga de los personajes de UN DÍA EN NUEVA YORK que fue un fracaso y que marcó la separación del dúo y el comienzo de una nueva etapa.
GENE creó después INVITACIÓN A LA DANZA, un proyecto muy personal que tampoco tuvo el reconocimiento que merecía. GENE empezó a perder imagen en la taquilla y en HOLLYWOOD, así que para marcar distancias con su trabajo anterior KELLY dirigió películas no musicales, comedias algo tontas como CON DESTINO A PARIS o MI MARIDO SE DIVIERTE a mayor gloria de DORIS DAY, y volvió a trabajar como actor dramático. Quizá su interpretación mas conocida sea la de LA HERENCIA DEL VIENTO una producción del liberal STANLEY KRAMER sobre el famoso JUICIO DEL MONO.
Pero KELLY siempre interpretó mejor con sus pies que con su cara y su carrera se estancó. Participó en LAS SEÑORITAS DE ROCHEFORD, un musical a la americana de JACQUES DEMY, dirigió mas comedias como GUIA PARA EL HOMBRE CASADO, un western humorístico EL CLUB SOCIAL DE CHEYENNE y liquidó el musical tal y como se conocía hasta aquel momento al dirigir a BARBRA STREISSAND en HELLO, DOLLY que vendría a cerrar la etapa de grandes éxitos de los sesenta que incluía WEST SIDE STORY, SONRISAS Y LÁGRIMAS o MY FAIR LADY. Nunca volvieron a hacerse producciones como aquellas.
Su segunda mujer falleció en 1973 y KELLY se retiró para cuidar a sus hijos. El cierre de su increíble carrera, repleta de éxitos todavía muy disfrutables, lo encontramos en la televisión, las recopilaciones de los tiempos dorados del musical como THAT’S ENTERTAINMENT y HOLLYWOOD, HOLLYWOOD y en una película que se aprovechaba del éxito de títulos como FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE y GREASE. Hablamos de XANADÚ, que tal era el nombre de la discoteca donde transcurría parte de la acción, con OLIVIA NEWTON JOHN como coprotagonista. No podemos decir que fuera un cierre a la altura de sus merecimientos, pero sí que KELLY supo cumplir y que a los sesenta y ocho años todavía bailó y actuó dignamente.
Su aportación al cine fue ciertamente gigantesca y tenemos tanto que agradecerle que deberíamos dedicar hoy un par de horas a revisar alguna de sus películas. Ustedes seguramente elegirán CANTANDO BAJO LA LLUVIA. Yo creo que optaré por UN DÍA EN NUEVA YORK.
Félix Linares