Fue LEE MARVIN un tipo duro, en todas sus películas, dicen que también en la vida real. Cuentan que le expulsaron de varios colegios y que sus padres no sabían que hacer con él, pero esto es algo común a todas las biografías de artistas.
Mas concreto parece el hecho de que participó en la segunda guerra mundial y fue herido en la espalda, así que le licenciaron y volvió a su ciudad, NUEVA YORK, para trabajar de fontanero. Y un día, haciendo una chapuza en un teatro le ofrecieron sustituir a un actor que había enfermado. Ya saben las leyendas del cine. Y ahí empezó una carrera que tuvo su primer hito en el CHINO que se enfrentaba a MARLON BRANDO en SALVAJE.
MARVIN había debutado en la televisión donde protagonizó cientos de episodios. De una sola serie, BALLINGER, hizo 117, y se especializó en el cine en papeles violentos: militares, gansters, forajidos y miembro de cuadrillas de malos en películas como FIEBRE DE VENGANZA, CONSPIRACIÓN DE SILENCIO o LOS COMANCHEROS. Y fue el inolvidable LIBERTY VALANCE en EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE.
Peldaño a peldaño fue subiendo en la escalera de la fama de HOLLYWOOD. En CÓDIGO DEL HAMPA ya centró su imagen de asesino implacable, de pocas palabras y muchas balas. Y, de repente, se encontró con un OSCAR en las manos y por una comedia, CAT BALLOU, LA INGENUA EXPLOSIVA, donde interpretaba a dos hermanos gemelos, uno de ellos un borrachín. Cuando recogió el premio dijo que la mitad del OSCAR la correspondía al caballo, que también aparecía bebido en la película.
En películas corales como EL BARCO DE LOS LOCOS, o en films que se sustentaban en su presencia, A QUEMARROPA, o en otros donde solo aparecían en pantalla dos actores como INFIERNO EN EL PÁCIFICO, con TOSHIRO MIFUNE, LEE MARVIN nunca cambió el gesto, pero resultó tremendamente efectivo haciendo de jefe de los DOCE DEL PATÍBULO.
A finales de los sesenta protagonizó LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE, ya saben aquella en la que cantaba, muy mal, WANDERIN’ STAR, aunque lo hacía peor su compañero de reparto CLINT EASTWOOD. Este fue un musical que acabó con los musicales, un auténtico fracaso artístico y de taquilla que liquidó un género y le obligó a volver a su especialidad.
MONTY WALSH, EL EMPERADOR DEL NORTE, UNO ROJO: DIVISIÓN DE CHOQUE, todas ellas películas memorables, alternan con títulos menores en su filmografía, que, lamentablemente, cerraría con DELTA FORCE, aquella película protagonizada por CHUCK NORRIS. Afortunadamente nos quedan otros muchos títulos por revisar si es que quieren rendirle un homenaje. Yo elegiría LOS PROFESIONALES, quizá porque su frase final podría definirle: RALPH BELLAMY le espeta “Es usted un bastardo” a lo que MARVIN replica “Sí, señor, pero en mi caso es un accidente de nacimiento. En cambio usted… usted se ha hecho a sí mismo”.
Hace veinticinco años que nos falta.
Félix Linares