A lo largo de la historia del cine siempre se han localizado galanes que se han convertido en sex symbols que mueven masas de fans. Y se crea o no, en el cine mudo eso también ocurrió.
En los años 20 llegó de Italia un jovencito que tras dilapidar sus ingresos fue enviado a Estados Unidos a labrarse un futuro. Se llamaba Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi di Valentina, aunque pasaría a la historia como Rodolfo Valentino.
Después de trabajar como camarero, jardinero e incluso gigolo, se relacionó con una rica heredera chilena, Blanca de Saulles, que acabó matando a su esposo. Rodolfo quiso alejarse de todo y probar suerte en Hollywood, por eso se cambió de apellido, Guglielmi por Valentino, y empezó una andadura teatral hasta que conoció a Norman Kerry que le propuso trabajar en el cine mudo donde se convirtió en un latin lover gracias a títulos como ‘Sangre y Arena’, ‘Los cuatro jinetes del Apocalipsis’ o ‘El hijo del Sheik’
Dos matrimonios fallidos, escarceos con otras tantas compañeras de rodaje y un final propio de un drama de la época. Una úlcera que terminó en peritonitis acabó con su vida el 23 de agosto de 1926, tenía 31 años. Se acababa la vida y la carrera de aquel niño rebelde que nació en Castellaneta (Italia) el 6 de mayo de 1895.