En ocasiones poco o nada se sabe del equipo técnico de una película. A veces nuestros conocimiento no va más allá del director y los actores, pero se sabe que detrás hay un trabajo concreto y preciso que permite que en pantalla se proyecte eso que llaman ‘Magia del Cine’.
Una figura importante para lograr eso es la del director de fotografía y Gordon Willis era uno de los más reputados y conocidos gracias a su trabajo a las ordenes de Francis Ford Coppola y Woody Allen.
Le llamaban el Príncipe de las Tinieblas, porque Willis era único jugando con las luces y las sombras. Encontró una nueva forma de expresarse y muchos la calificaron como naturalista.
Willis era metículoso y obsesivo trabajó con Francis Ford Coppola en la trilogía de ‘El Padrino’, con Alan J. Pakula en ‘Todos los hombres del Presidente’ y con Woody Allen en al menos 6 títulos, entre ellos ‘Annie Hall’, ‘Manhattan’ o ‘La Rosa púrpura de El Cairo’.
Probó suerte como director y en 1980 dirigió ‘Ventanas’, un thriller que obtuvo críticas tan negativas que el propio Gordon Willis consideró la película como una equivocación y no volvió a dirigir nunca más.
Su última película fue ‘La sombra del diablo’ de Alan J. Pakula, que murió poco después en un accidente. Era 1997 y Willis se retiró con dos nominaciones a los Oscar a sus espaldas. La primera por ‘Zelig’ en 1983 y la segunda por ‘El Padrino III’ en 1993. Puede que para subsanar el error de no haberle premiado nunca, en 2009 la Academia le concedió un Oscar honorífico a toda su carrera.
Gordon Willis falleció el pasado domingo a los 82 años, a tan sólo 10 días de cumplir los 83.