Decían de Marilyn Monroe que, a priori, daba la sensación de no ser muy ilustrada. Las biografías dicen que cuando se casó con Arthur Miller quiso abrir su mente y empezó a leer libros, intentando llegar a lo que se esperaba de ella al ser esposa de un escritor de éxito y tal vez, tratando de dejar de lado su imagen de rubia tonta amable, Marilyn empezó a leer.
La lista de la biblioteca de Marilyn se ha obtenido gracias a Librarything que la elaboró a partir de los registros de una subasta realizada en Nueva York por Christie’s. En aquella ocasión se vendieron 260 de los más de 400 textos, que componían su biblioteca.