Decía el cineasta portugués Manoel de Oliveira que si dejaba de rodar se aburriría y moriría. Uno de sus últimos trabajos, ‘El viejo Restelo’ se estrenaba el pasado año y daba fe de esa afirmación, porque a Oliveira lo que más le gustaba era rodar películas.
Nacido en Oporto un 11 de diciembre de 1908, su carrera como cineasta empezó hace casi 9 décadas y de hecho estaba considerado como el cineasta más longevo del mundo en activo. En su filmografía más de 60 películas desde su debut tras las cámaras con el documental ‘Douro Faina Fluvial’. Después llegaría títulos como ‘Acto do Primavera’, ‘A Divina Comedia’ o ‘El extraño caso de Angélica’.
Oliveira trabajó con actores y actrices como Catherine Denueve, John Malcovich, Pilar López de Ayala o Marcello Mastroianni y su trabajó cosechó 47 premios, entre ellos el León de Oro del Festival de Venecia (1985) y una Palma de oro del Festival de Cannes (2008), y sumaba otras 31 nominaciones.
Estaba considerado como un cineasta de culto en Europa, especialmente en Portugal y también en Brasil donde hoy lloran su muerte porque el cineasta que no quería dejar de rodar ha fallecido este jueves en Oporto a los 106 años.