Ha muerto Kenny Baker, el hombre que dio vida y movimiento a R2D2, el droide más entrañable del universo ‘Star Wars’. Estaba a punto de cumplir 82 años y finalmente ha fallecido tras una larga enfermedad.
Kenny Baker nació en Birmingham en 1934 y debido a su baja estatura, llegó a medir 1’10, pocos pensaban que superaría la treintena. Pero Baker demostró lo equivocados que estaban y se hizo un nombre gracias al droide en el que la Princesa Leia confió los planos de la estrella de la muerte y que se convirtió en el inseparable compañero de Luke Skywalker.
Baker había comenzado a hacer su pinitos en la interpretación de la mano de su amigo, Jack Purvis. Junto a él pasó por circos ambulantes,patinó sobre hielo y organizar un espectáculo junto a Jack Purvis. Con Purvis apareció en ‘Circus of Horrors’ en 1960 y 17 años después, George Lucas lo escogió para dar vida a R2D2 y se convirtió junto a Anthony Daniels en los dos actores que han participado en las 7 películas de la saga, y eso que las malas lenguas y algunas pruebas demostradas confirman que entre los dos no había buena relación. Baker acusó Daniels de ser un grosero y amenazó con marcharse de una entrevista en directo si él aparecía.
El pasado diciembre se estrenaba ‘Star Wars. El despertar de la fuerza’ y su salud ya minada le impidió conducir a R2D2, pero fue parte activa de la película. Una saga en la que no enseñó nunca la cara pero le dio renombre gracias al droide y al ewook Paploo.
En su curriculum figuran también apariciones en ‘Flash Gordon’, ‘El hombre elefante’, ‘Dentro del laberinto’ o ‘Amadeus’.