Frances McDormand se convirtió en la estrella de la noche de los Oscar. Su discurso a la hora de agradecer el premio a la mejor actriz pidiéndo levantarse a las nominadas y haciendo un llamamiento a productores y directores de tenerlas en cuenta ya es una de las imágenes de los 90 años de historia de los premios de la Academia. Pero lo cierto es que después de toda esa alegría y celebración, la actriz se llevó un disgusto porque en una de las fiestas posteriores, le robaron el premio.
Mientras McDormand celebraba en la fiesta de la Academia su Oscar a Mejor Actriz por Tres anuncios en las afueras, la actriz se percató de que su estatuílla había desaparecido. Tras buscar la estatuilla con ayuda de su marido Joel Cohen y su hijo Pedro, la actriz comenzó a llorar por la pérdida de su segundo Oscar, el primero lo ganó por Fargo en 1997.
El propio Bryant, que tenía entrada para el evento, colgó un vídeo en el que aparecía dentro de la fiesta vestido de gala, con el Oscar en la mano y predicando a voces que era suyo. La policía ha confirmado que quedó retenido con una fianza de 20.000 dólares.
El representante de la actriz ha emitido un comunicado en el que se da por solucionado el incidente y apunta a que se celebró la recuperación de la estatuilla comiendo hamburguesas.