Ha muerto Kirk Douglas. Recordado por sus papeles en Espartaco, El loco del pelo rojo o Senderos de Gloria, tenía 103 y era uno de los últimos referentes del Hollywood clásico.
Nacido en Amsterdam, Nueva York, el 9 de diciembre de 1916, era el único hijo varón de los 7 vástagos de un matrimonio de campesinos judíos naturales de Chavusy, en la región de Mogilev del antiguo Imperio ruso, actual Bielorrusia que migraron a Estados Unidos.
Tras una infancia difícil en la que tuvo que compaginar sus estudios con su trabajo como vendedor callejero de refrescos y dulces o repartidor de periódicos, su primer contacto con la interpretación lo tuvo en la escuela primaria y posteriormente en la escuela secundaria, donde llegó a ganar una medalla por recitar el poema ‘Across the Border’. A los 17 años terminó la secundaria y solicitó su ingreso en St. Lawrence University de Nueva York. Fue aceptado a cambio de trabajar como jardinero y posteriormente como bedel del centro mientras estudiase y tras cuatro años se licenció en Filosofía y Letras. Durante sus años de universidad destacó en la lucha libre, fue campeón invicto, se dedicó al debate y al teatro y tras graduarse consiguió una beca para la Academia Norteamericana de Arte Dramático de Nueva York, donde conoció a su amiga Lauren Bacall y posteriormente se centró en los escenarios de Broadway donde debutó en 1941. En 1942 fue llamado al servicio militar y se incorporó a la Armada de Estados Unidos en la escuela de guardamarina, donde se graduó como alférez para posteriormente ser destinado a la Unidad Anti submarina 1139, en el océano Pacífico donde estuvo dos años como oficial de telecomunicaciones.
Tras ser licenciado con honores volvió a Nueva York y en 1943 se casó con la actriz Diana Dill con la que tuvo dos hijos, uno de ellos el también actor Michael Douglas. Volvió a los teatros y trabajó como actor de radio pero hasta que Lauren Bacall no le recomendó a un caza talentos de la Paramount, Douglas no tuvo su oportunidad en el cine que finalmente llegó con The Strange Love of Martha Ivers, cinta en la que encarnaba al marido de la protagonista. Con la Paramount realizó dos películas más, Retorno al pasado y A Electra le sienta bien el luto. Posteriormente dio el salto a la 20th Century Fox y llegaron Murallas humanas o El Ídolo de Barro. Para realizar esta película rechazó un sueldo de 50.00 dólares por protagonizar El gran pecador y comenzó a hacerse conocidas sus ideas de izquierdas que le granjearon enemigos en Hollywood y evitaron que le llegaran merecidos reconocimientos. Estuvo nominado a tres Oscars por El ídolo de Barro, El Loco del pelo rojo y Espartaco y no ganó ninguno.
Sus infidelidades le costaron el divorcio con su esposa y en 1954 consiguió su mayor éxito desde El ídolo de barro gracias a Disney que le contrató para protagonizar 20.000 leguas de viaje submarino. Después vinieron El loco del pelo rojo, Duelo de Titanes o Senderos de Gloria, en la que Stanley Kubrick vio que aquel actor realmente valía. Años después Douglas contrató a Dalton Trumbo para la adaptación del libro Spartacus, pese al veto al que el guionista estaba sometido en Hollywood y tras varias negativas realizó la película con Universal Pictures.
Después vinieron Un extraño en mi vida, Ciudad sin piedad, ¿Arde París? o El compromiso. Tras un periodo de decadencia. En 1996, la Academia le concedió el premio Óscar honorífico, en recuerdo del cincuenta aniversario de su debut en la gran pantalla. Recibió el galardón de manos de Steven Spielberg y Douglas, que apenas podía hablar, dijo: “Veo a mis cuatro hijos. Están orgullosos del viejo hombre. Yo también estoy orgulloso. Orgulloso de haber sido parte de Hollywood durante cincuenta años”
Casado con Ann Buydens desde 1954 y con la que tuvo dos hijos más, en su haber hay incontables premios entre ellos la Concha de Plata del Zinemaldia de 1958 por ‘The Vikings’. Su hijo Michael anunciaba su fallecimiento, a los 103 años y su nuera Catherine Zeta Jones le despedía con una foto en la que dice que nunca le olvidará.