El presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC), Jesús María García Antón, ha destacado en el acto de cierre de legislatura el papel que han jugado las entidades locales, en colaboración con el Estado y el Gobierno foral, para paliar los efectos más graves de la crisis.
En ese acto, que tuvo lugar en la noche del viernes y contó con la asistencia de representantes de instituciones forales y locales, se entregaron los II Premios de Buenas Prácticas en Políticas Municipales a los ayuntamientos de Liédena, Baztan, Pamplona/Iruña y Aranguren y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
En la modalidad de servicios sociales, género e integración ha sido reconocido el centro cívico para el desarrollo social y cultural de Liédena y en la de desarrollo económico y empleo se ha impuesto el Plan Municipal de Incentivo territorial, económico y social del Valle de Aranguren.
En la categoría la de organización interna, innovación y calidad, transparencia y participación ciudadana se ha premiado los convenios de colaboración entre el Ayuntamiento de Baztan y el Centro Autorizado de Artes Plásticas y Diseño Kunsthal-Irún.
En la de medio ambiente y de las competencias relacionadas con el mismo se ha premiado a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona por la rehabilitación del Molino de San Andrés como central hidroeléctica, centro expositivo y espacio lúdico recreativo y en la de cultura, patrimonio cultural, deporte y promoción turística al Ayuntamiento de Pamplona por el plan de promoción y conservación de las fortificaciones.
El presidente de la FNMC destacó en su discurso, según ha informado este organismo en un comunicado, las dificultades que han tenido que enfrentar las corporaciones locales en el mandato que ahora termina a causa de a crisis económica.
Al respecto destacó el papel que han desempeñado éstos porque es “imposible”, señaló, que sean “insensibles a las necesidades individuales y colectivas” de sus vecinos.
“Atenderemos a los necesitados, abriremos las bibliotecas, cuidaremos de los niños y los mayores, abriremos espacios públicos para la cultura y apoyaremos a nuestros emprendedores. Es nuestra función, con crisis o sin ella”, aseguró.
No obstante, afirmó que a pesar de la situación, la Administración Local había dado importantes pasos adelante en materias como servicios sociales, medio ambiente o administración electrónica, e hizo votos para que en la próxima legislatura se siga avanzando en el incipiente proceso de reordenación del mapa local.
Por último, reconoció el papel de los cargos electos locales y resaltó el valor de la política: “que no es otra cosa que el ejercicio de la acción del Estado para servir a la sociedad”.
El acto fue clausurado por el presidente del Gobierno, Miguel Sanz, quien mostró su satisfacción por el hecho de que los premios hubieran recaído en municipios gobernados por distintas fuerzas políticas (uno UPN, uno PSN, uno NaBai y dos independientes).
“Los pueblos no conviven por estar juntos, los pueblos conviven por hacer cosas juntos”, señaló Sanz, quien destacó que en la legislatura que ahora termina y frente a otros momentos de mayor discrepancia, ha predominado el consenso entre las instituciones; entre los ayuntamientos, en primer lugar, en el seno de la FNMC y entre éstos y el Gobierno Foral.
Al respecto sostuvo que “cuando las cosas se consensúan, las cosas terminan haciéndose y haciéndose bien”.
Sanz, quien señaló que el Gobierno foral no ha disminuido su apoyo al Fondo de Haciendas Locales, reconoció que aún no se han terminado los problemas del municipalismo, especialmente el del mapa local e invitó a los cargos electos locales a hacer un esfuerzo por concertar para hacer más eficientes los ayuntamientos.
“El reto que tenéis para la próxima legislatura es racionalizar el mapa local para prestar los servicios con mayor eficiencia a los ciudadanos. Y la eficiencia está unida a la economía de escala”, dijo Sanz, quien apuntó que para afrontar este reto es preciso el consenso de todos.