El alcalde Pamplona, Enrique Maya, ha considerado que el aumento de multas por comportamientos sancionables durante el encierro que plantea la nueva Ordenanza lo entiende “todo el mundo”, al perseguir más seguridad para los corredores y eliminar conductas “incorrectas” en un momento “de riesgo”.
En declaraciones a los periodistas antes de un acto en la Escuela Taller de Aranzadi, Maya ha incidido en que este incremento sancionador “en general lo ha entendido todo el mundo, porque cuando hay comportamientos que son incorrectos en un momento de riesgo como es un encierro todo el mundo entiende que se apliquen” estas multas.
También ha incidido en que finalmente se ha frenado el calendario planteado inicialmente para poder aprobar esta nueva ordenanza en el pleno de este jueves, ya que tras la aprobación del proyecto hoy en la Junta de Gobierno, el documento se trasladará a la Mesa del Encierro prevista para el lunes “para recibir aportaciones”, desde donde pasará de nuevo por la Comisión y se remitirá ya definitivamente al pleno.
El alcalde ha incidido en que el carácter de Ordenanza que se quiere imprimir a lo que hasta ahora solo eran “recomendaciones” para los corredores, y ha confiado en que las sanciones y multas planteadas deriven en una mayor seguridad para los corredores por su mejor comportamiento,
Ha restado importancia a las posibles dificultades para localizar y conseguir que paguen las multas los infractores que no residan en Pamplona, y ha señalado que serán los agentes policiales quienes detecten estos incorrectos comportamientos, multen e intenten cobrar el importe en ese momento, incluso acompañando al infractor a un cajero automático a obtener dinero en metálico.
También se ha referido a los cambios que se ha acordado acometer en la entrada de la plaza de toros, después de que el pasado año en uno de los encierros se formara un montón de mozos que impidió el acceso de los toros al coso, y ha señalado que este año las puertas de entrada que el año pasado causaron el problema no podrán cerrarse.
Tan sólo lo harán las primeras del coso cuando ya entren lo toros, de forma que las segundas puertas que cerraban el anillo y que el pasado año fueron las que crearon el problema se quedarán fijas y en ese punto habrá tan sólo el hueco de un burladero.
Tampoco los agentes de la Policía foral formarán este año un cordón en ese punto, por lo que ya no necesitarán ese punto de acceso en el último momento.
“El objetivo es que haya más seguridad. El año pasado hubo una serie de circunstancias que a todos nos han hecho reflexionar, y las cuestiones que se vieron mejorables, que se mejoren”, ha instado el alcalde, quien ha valorado la “manera sensata” en que se han hecho los cambios, con medidas “muy ponderadas y muy medidas”.