X

“El Mochuelo”, nueva calle en La Milagrosa

El Ayuntamiento de Pamplona ha denominado como calle “El Mochuelo”, antiguo topónimo, la vía que discurre paralela entre las calles Río Queiles y Ultzama, en el barrio de La Milagrosa.

Con esta denominación, se recupera e incorpora al callejero de la ciudad un antiguo topónimo con el que se conoció a este barrio de Pamplona durante la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, informa el Ayuntamiento de Pamplona en un comunicado.

Este barrio de Pamplona constaba en el siglo XIX de unas tejerías, alguna chabola diseminada y una venta, localizada junto al río Sadar y al puente y carretera de Tafalla, llamada “El Mochuelo”, apodo del conocido y combativo guerrillero liberal de la Primera Guerra Carlista que la regentaba, Urbano Igarreta Belzunegui.

Según recoge el informe de la archivera municipal, al comenzar el siglo XX, el barrio del Mochuelo, al igual que sucedía en otros barrios como el de San Juan, era un terreno dedicado a huertas, con casas de hortelanos y algún chalet.

En 1937 los vecinos, tal vez molestos con la denominación o por motivaciones políticas, solicitaron al Ayuntamiento que cambiase el nombre del barrio por el de “La Milagrosa”, en honor a la virgen titular del convento e iglesia de los Padres Paúles, que se habían empezado a construir en 1928.

La decisión del cambio de nombre fue adoptada por acuerdo del pleno de la Corporación de 5 de mayo de 1937.

En 1984 se propuso la recuperación del topónimo para designar al parque construido entre la Milagrosa y el entonces denominado Plan Sur, adoptando acuerdo favorable la Comisión Permanente en la sesión 29 de febrero. Sin embargo, en sesión de 28 de marzo se dejó sin efecto dicho acuerdo por haber sido adoptado erróneamente.

Nacido en el valle de Unciti en 1802, Urbano Igarreta Belzunegui, “El Mochuelo”, fue, durante la primera Guerra Carlista, el jefe de una contrapartida de guerrilleros liberales refugiados en Pamplona llamada la “compañía del trueno o del Mochuelo”, porque la mayor parte de las incursiones las hacían de noche.

Según recoge el informe de la archivera municipal, actuaban por los pueblos próximos a la capital y se dedicaban a recoger alimentos y vituallas y a prender a las gentes que tenían algún deudo en las filas de Don Carlos.

Urbano Igarreta llegó a ascender a capitán y se enfrentó con los destacamentos legitimistas de infantería y caballería que bloqueaban la Plaza.

blogs eitb:
Related Post