El Ayuntamiento de Pamplona tiene previsto ejecutar en 2017 diversas acciones para convertir las calles Bosquecillo y General Chinchilla en zonas peatonales y la creación de aparcamientos exclusivos para residentes en el Primer Ensanche, en el marco de una política de circulación más sostenible.
La implantación de las medidas va a establecerse en varias fases. Una primera, de carácter técnico, se pondrá en marcha el próximo mes de diciembre con la presentación y evaluación de las propuestas ‘Lo Viejo se Mueve’ y la colocación de 14 cámaras en diciembre de 2016 en el Casco Antiguo.
Esta medida, cuyo presupuesto ronda 176.331 euros y se incluye en el contrato de instalaciones semafóricas, registrará qué vehículos entran y salen con el fin de restringir los accesos al Casco Viejo.
Así, habrá puntos de control en las calles Mayor, Nueva, San Antón, paseo de Sarasate, Navas de Tolosa, San Ignacio, Espoz y Mina, Estafeta, frontón Labrit, San Agustín, Portal de Francia, Santo Domingo y lateral del Departamento de Educación.
La normativa, en la que ya se está trabajando, está prevista que se termine en primavera del próximo año.
Segunda fase
En la segunda fase, prevista para junio de 2017, se iniciarán unas obras para modificar el flujo del tráfico en el Casco Antiguo y ensanches con el objetivo de que estén implantadas para antes de San Fermín.
El presupuesto estimado para esas obras es de 500.000 euros y las mismas consistirían en cambios en la señalización horizontal y vertical o el pintado de aparcamiento para cambiar de color de azul a verde, entre otras acciones.
Tercera fase
A finales de 2017 se realizará una evaluación de las medidas tomadas y en 2018 se acometerá la tercera fase, en la que se abordará la coexistencia de peatones y bicis en Navas de Tolosa o los carriles bici.
En concreto, en el tramo frente al Parlamento de Navarra, se posibilitará una zona peatonal y de bicis que también asumirá Paseo Sarasate hasta zona de Baluarte y Ciudadela.
En esa zona no habrá paradas de transporte urbano, aunque se podrá circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, y en ese mismo entorno, en la calle Padre Moret, se restringirá el vehículo privado a partir de la calle José Alonso.
El presupuesto de la última fase se fijará en los presupuestos del Ayuntamiento de Pamplona para 2018.