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Los bomberos del Gobierno de Navarra han intervenido este verano en 402 incendios forestales que han afectado a una superficie total de 627 hectáreas, unas cifras inferiores a la media de la última década a pesar de la sequía.
El Gobierno hace de hecho “un balance positivo de la campaña, tanto por la superficie quemada, muy inferior” a las 4.610 hectáreas de 2016, de ellas 3.500 en el incendio de Tafalla, “como por el número de intervenciones, ligeramente inferior al promedio de otros años”.
Los datos del Ejecutivo reflejan que los bomberos de los 12 parques que hay repartidos por la Comunidad Foral han realizado del 15 de junio al 30 de septiembre 402 intervenciones para la extinción de incendios frente a las 516 del año pasado, y que de 627,78 hectáreas afectadas el 34 % se quemó en agosto, el mes con mayor incidencia y en el que se registraron el 43 % de las intervenciones.
El Gobierno destaca el comportamiento “irregular” del clima este verano, un factor “decisivo en todas las fases de los incendios”, ya que fue muy húmedo y extremadamente cálido en junio; cálido y seco en julio; cálido y muy seco en agosto, y muy frío y seco en septiembre.
Y añade que una primavera con lluvias por debajo de la media y unas temperaturas tres grados por encima de lo normal en junio aumentaron los riesgos.
De hecho, coincidiendo con la cosecha de cereal, el 22 de junio se produjeron tres incendios simultáneos que provocaron las actuaciones más destacables de la campaña: dos en la Cuenca de Pamplona, en Galar y Arazuri con 95 y 54 hectárea afectadas, y un tercero en Añorbe, con otras 26.
El Parque de Bomberos de Tudela tuvo que realizar 76 intervenciones, seguido por el Parque Central de Cordovilla, con 62 intervenciones, y el de Estella-Lizarra, con 52.
Ya antes del verano, el departamento de Desarrollo Rural llevó a cabo diversas tareas preventivas, y desde el 15 de junio hasta el 30 de septiembre 12 técnicos y 109 personas del guarderío forestal han realizado guardias específicas de detección temprana de incendios.
Además se movilizó maquinaria pesada tipo Bulldozer, muy efectiva en orografía amable para hacer cortafuegos o incluso para la apertura de vías de acceso a los vehículos de bomberos.
Por su parte los agentes de Protección Medioambiental de la Policía Foral han hecho vigilancias en 214 intervenciones de quemas e incendios y han abierto investigación en 62 episodios.
En 3 ocasiones se trata de diligencias penales remitidas al juzgado y que siguen e fase de investigación: un incendio en una pajera de Lerín el 16 de julio, otro forestal en Falces el 2 de agosto y el tercero en El Bocal, en Fontellas, el 20 de agosto.
Además, la Policía Foral ha practicado 28 diligencias por daños e impuesto 36 denuncias administrativas, 26 de ellas por fuegos en zona no habilitada para ello durante el periodo estival.