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Los técnicos aprecian en el árbol caído ayer daños internos no detectables

Técnicos del Servicio de Jardines y Zonas verdes del Ayuntamiento de Pamplona han realizado un informe sobre el ejemplar de álamo blanco caído ayer sobre dos viandantes en Pamplona, en cuyo interior han apreciado daños que no eran detectables externamente.

El ejemplar de Populus alba cayó ayer tarde en la Vuelta del Castillo con Pío XII y, según los técnicos, su estado sanitario externo “no hacía prever su caída, ya que el origen de su abatimiento ha sido una pudrición interna de las raíces producida por un hongo blanco”.

Se trata de una afección de la que, establece el informe, no se apreciaban síntomas en el exterior del ejemplar, ha informado hoy el consistorio pamplonés en una nota.

En el año 2017 en la Vuelta del Castillo han sido talados un total de 12 ejemplares por razones de seguridad al presentar signos de enfermedad severa o problemas de estabilidad o estructura.

Este ejemplar, concretamente, ha sido objeto de labores de mantenimiento a lo largo de los años y en 2016 el Servicio de Jardines y Zonas Verdes realizó en rebaje la su copa del árbol, algo que se hace habitualmente con ejemplares envejecidos que pueden presentar riesgo de caída de ramas.

Tras la caída del ejemplar se ha podido apreciar cómo a nivel de cuello, en el interior, la raíz estaba descompuesta por una pudrición blanca que causa la degradación de la lignina (una madera de color marrón que sólo vira a blanco cuando se encuentra en los últimos estadios de descomposición).

El hongo causante de pudrición blanca lo que hace principalmente es reducir la resistencia de la madera la compresión, una pérdida significativa que se produce incluso antes de que la pudrición sea detectada.

De cara a incrementar la capacidad de diagnóstico y prevención de riesgo del arbolado por personal técnico del Servicio de Jardines en los presupuestos de 2018 está prevista una partida para la adquisición de diversos equipos de análisis y registro del estado interno de las raíces, tronco y ramas de los árboles.

Se espera que estos medios suplementarios permitan afinar aún más la labor de detección de problemas y por tanto las decisiones sobre los trabajos a realizar en cada ejemplar analizado.

Las mismas fuentes explican que el Servicio de Jardines realiza habitualmente el seguimiento de los aproximadamente 60.000 árboles de la ciudad por medio de un equipo de inspectores y técnicos que se apoyan en el Sistema de Información Geográfica y la base de datos denominada Arbomap, una herramientas de gestión que permite registrar el historial de las labores realizadas en cada ejemplar.

Fruto de este trabajo los técnicos manejan un listado de alrededor de 200 árboles a los que se les hace un seguimiento especial y se les prescriben los tratamientos y trabajos necesarios para evitar posibles riesgos: podas, reducciones de copa o, incluso, el apeo si es necesario.

El seguimiento constante del estado del arbolado permite reducir en gran medida el riesgo de accidentes, aunque no lo evita en su totalidad. Asimismo garantiza el buen estado de un patrimonio arbolado que es seña de identidad colectiva e imagen de la ciudad.

EFE:
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