Pocos pueden presumir de tener un muelle como el que tenemos en Portugalete. Bilbao y su ría nunca hubieran llegado a ser el gigante industrial que es hoy sin el Muelle de Hierro de Portugalete, una obra civil más antigua que el propio Puente Colgante. En el 2012 este lugar tan especial y único para los portugalujos cumplía, ni más ni menos que, 125 años de vida, y hoy hemos querido conocer de cerca la historia de este muelle cuya construcción dio solución al gran problema histórico del puerto, la peligrosa barra de Portugalete. ¿Nos damos un paseo por el muelle? 🙂
Un poco de historia…
El Muelle de Hierro, de Portugalete, se inauguró un 12 de septiembre de 1877. La buena situación de Bilbao como puerto fluvial interior se contradecía con su peligrosidad por las cerradas curvas de Axpe y Elorrieta, pero especialmente por la temida “barra de Portugalete”, una arriesgada barrera transversal por los bancos de arena móviles y erráticos que dificultaban la navegación periódicamente, llegando a imposibilitarla en ocasiones de mareas bajas o en los meses invernales.
En el año 1877 se constituyó la Junta de Obras del Puerto de Bilbao y se nombró Director facultativo de las obras al ya entonces reputado ingeniero de caminos, canales y puertos, Evaristo de Churruca Brunet. Tras analizar los problemas que existían, decidió construir un dique de ochocientos metros ligeramente curvado que prologaría el muelle de Portugalete a partir de la torre de señales (hoy conocido como el faro) que entonces marcaba la entrada al puerto.
Durante las obras se decidió la construcción de los últimos 200 metros en bloques de hormigón en masa de cemento Portland al estar más expuesto a los temporales, la erosión del mar y para resistir el choque de buques, como solía ocurrir. El muelle se finalizó en 1887 y, por tanto, quedó definitivamente resuelto el problema de la navegabilidad portuaria en Bilbao.
Nueva etapa
Hoy el Muelle de Hierro es una construcción perfecta, interesante, y un bien cultural. Por su relación con el urbanismo, la navegabilidad y su proximidad a 465 metros, es necesario vincularlo con el Puente Transbordador Bizkaia, de 1893, la magnífica gran puerta de hierro de Bilbao al mar.
Pocos puertos en el mundo poseen dos estructuras de tanta trascendencia histórica, portugalujos, por lo que, de vez en cuando, es importante recordad, cuando transitemos por el Muelle de Hierro, el ingenio y capacidad de Evaristo de Churruca, el gran artífice de la Ría de Bilbao.