Vascos en el mundo

“Un zortziko en Salamanca”

Fines de la década del 1900.

Como en toda ciudad con Universidad , en Salamanca hay cafés donde casi toda la clientela está formada por estudiantes que provienen de los más diversos lugares del estado español.

En un rincón, un pianista, previo pago de algunos céntimos, interpreta a pedido de los asistentes: chotis, jotas, pasodobles, muñeiras, ardanas…

  

Esa noche alguien ha debido pedir un zortziko que el pianista "asesina" al no poder transmitir el aire cortante del 5/8.

Nervioso, un estudiante se levanta, pide al pianista que le permita ocupar su lugar y comienza a desgranar las notas del zortziko. Al finalizar, desde una de las mesas un hombre joven, de barba negra, aplaude puesto de pie con fervor al improvisado pianista y le hace una seña para que se acerque a su mesa.

Cuando están frente a frente, el barbado dice en voz alta para que todos lo escuchen: "Solo un vasco puede sentir e interpretar de esa manera un zortziko.

– ¿De dónde eres? ".
– "Soy navarro y por ello doblemente vasco" es la contestación del joven.
La réplica del hombre de barba es inmediata : -"¿Cómo te llamas ?.
– "Manuel de Irujo y Ollo" responde el joven que ha reconocido que quien tiene enfrente suyo es nada más ni nada menos que el Rector de la Universidad de Salamanca, el bilbaino Miguel de Unamuno.

Lo hasta aqui escrito es la parte fundamental – quizás en otra ocasión hagamos referencia a la conclusión con referencias a Daniel de Irujo, padre de Manuel y abogado defensor de Sabino de Arana Goiri – del relato que tuve el privilegio de escuchar de boca de Don Manuel de Irujo en el primero de los varios encuentros y diálogos que mantuvimos en orden cronológico en San Juan de Luz, París, Buenos Aires y Pamplona,

"Navarro, doblemente Vasco".

Felizmente, Don Manuel, en Argentina hay argentinas y argentinos, hijos, nietos, biznietos que así también lo sienten , cien años después de aquel zortziko en Salamanca.