Vascos en el mundo

Toque de queda

En julio del pasado año entró en vigencia un decreto, el 308-06, por el que queda prohibida la venta de alcohol a partir de las 12 de la noche de domingo a jueves y de las 2 de la madrugada los viernes y los sábados. La idea era sumar un nuevo elemento a lucha contra la delincuencia.

  

La fuerza pública, entiéndase policía y ejército, interpretó el decreto a su conveniencia y decidieron que, en lugar de velar por la prohibición, había que cerrar los locales. De esta manera, la diversión en un país tremendamente turístico queda limitada por lo que se puede definir como abuso de autoridad. Y ello, sin que nadie haga nada. Bueno, sí. Las autoridades afirman que los niveles de delincuencia han bajado porque lo dicen sus estadísticas, difícilmente contrastables.

Reflexión: la lucha contra la delincuencia se plantea en términos de reducción de libertades públicas del ciudadano y no de refuerzo y búsqueda de mayor eficacia de la acción policial. Menos gente en la calle de noche implica menos opción criminal, aunque estamos asistiendo a actos delictivos a cualquier hora del día, como si los delincuentes hubieran decidido dormir de noche y actuar de día.

Así que de noche nos quedamos más en casa, los negocios de restauración y diversión se han visto afectados, se han perdido empleos y los turistas alucinan cuando les dicen que a las 12 ya no tienen otra cosa que hacer que volver a su hotel y tratar de seguir la juerga en él, si es que se lo permiten.