Vascos en el mundo

Ha nacido Euskodok, un seguro para nuestra memoria colectiva

Se acaba de constituir la asociación EUSKODOK -Asociación para la conservación del patrimonio documental y bibliográfico vasco- para oficializar y dar continuidad a una labor que desde 1977 se venía realizando, consistente en recoger cuantas publicaciones aparecen en nuestro pueblo (revistas, libros, memorias, periódicos, programas de fiestas, calendarios, carteles, pegatinas, panfletos, etc.) distribuyéndolos en una serie de archivos, entre los que destacamos los FONDOS de Documentación de RR.PP. Benedictinos de Lazkao, Instituto Labayru, Fundación Sancho el Sabio.

Me ha llegado la noticia del nacimiento de esta Asociación de la mano, cómo no, de Luis Angel Gaintza, que lleva en esta labor de recopilación y puesta a buen recaudo de todo tipo de documentos un montón de años. Pero las gentes como él, siempre al servicio de los demás desinteresadamente, cuentan con la autoridad para pedirnos a todos, para exigirnos, diría yo, que enviemos “gratuitamente a estos archivos todas las publicaciones o papeles que aparecen a nivel de pueblo y acaban desapareciendo”.

  

Gaintza agradece "la desinteresada colaboración que espera de todos nosotros, de la que me hago muy gustosamente eco, e insiste en la importancia que para nuestra historia contemporánea tiene el archivar todo lo publicado”. Más que nuestro país nuestro “pueblo”, como dice la comunicación de Euskodok, ha producido y produce una ingente cantidad de comunicaciones que pueden parecer de tono menor en su momento, pero que terminan teniendo un valor decisivo para que no nos cambien nuestra memoria, para que no nos escriban nuestra historia, para que quede de testimonio vivo de un tiempo, de un comportamiento, de unas actitudes.

Conocido es que detrás del archivo de documentos de Lazkao está aita Agirre, ese benedictino sabio y santo que nos regaló la providencia. Detrás de Labayru, otro cura de nuevo, Ander Manterola y sus colaboradores/as de años, a quien debo agradecer uno de los escasos halagos, si bien exagerado, que he tenido en mi ejercicio profesional. No se acordará él de lo que digo, porque hace años de esto -tantos como los que han transcurrido desde el centenario del nacimiento de Francisco Franco-, pero yo sí, porque ninguno he agradecido tanto, ninguno ha sido tan elogioso. Por supuesto, lo conservo y se trata de una carta que me escribió felicitándome por un artículo que escribí en Deia sobre mi aitxitxe Paulino. Tras la Fundación Sancho el Sabio, además de sabiduría hay profesionalidad, fondos, historia, mucha historia.

Sólo añadiré a este comentario que los panfletos, los carteles, las hojas volanderas, las pintas/pintadas han tenido en este país nuestro un desarrollo extraordinario desde tiempo normal, para insistir en una manera de recordar la anormalidad que vino luego. Una creatividad que fue estimulada por los tiempos de guerra y resistencia y que no ha cesado. Somos muchos los que tenemos en casa, más o menos arrumbados, papeles que, reunidos, el tiempo convirtió en documentos valiosos. Los partidos políticos, sindicatos y asociaciones en general, cambiantes, adaptables, mutantes, no suelen tener interés mayor en conservar y hacer accesibles muchos de sus papeles, de sus documentos, de su historia. Estos tres Fondos de Documentación se van a encargar de ello por todos nosotros.