El desahucio de una familia con cuatro menores, que ya había pagado parte de la deuda del alquiler que tenía pendiente, ha quedado suspendido este lunes en Vitoria-Gasteiz después de que así lo solicitara al juzgado la sociedad pública de gestión de viviendas sociales, Alokabide.
El colectivo SOS Racismo Álava ha informado de que se ha paralizado el lanzamiento de la vivienda de esta familia de origen marroquí, que tenía una deuda de 3.300 euros, pero que gracias a la solidaridad de distintos colectivos y particulares logró ingresar en el juzgado 1.500 euros y otros 300 correspondientes a la renta de octubre.
Esta ONG había solicitado al Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria que suspendiera este desahucio, reclamación que ha trasladado también Alokabide, por lo que se ha aceptado.
El matrimonio se encuentra en paro desde hace un año y cobra la Renta de Garantía de Ingresos. La mujer, que lleva en Euskadi 30 años, explicó en septiembre que Alokabide les impuso un plan de pago “inasumible” para hacer frente a la deuda y que tuvo que elegir entre pagar el alquiler o dar de comer a sus cuatro hijos.
Ante esta problemática, SOS Racismo de Álava ha remitido diversos escritos al Parlamento Vasco, al consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, al Ararteko y al Ayuntamiento de Vitoria para que acepten en estos casos que los inquilinos sin recursos dediquen un 10 o un 20 % de sus ingresos al pago del alquiler y el resto corra a cargo de las administraciones, aunque por el momento no ha obtenido respuesta.
SOS Racismo valora esta suspensión ya que pone en evidencia que “Alokabide está dispuesta a negociar” y recuerda que esta familia, como otras en su situación, “son víctimas involuntarias de la maquinaria burocrática y judicial al servicio del sistema”.