Un grupo de alumnos y profesores del Instituto de la Construcción de Vitoria han rehabilitado un edificio del centro y lo han convertido en una instalación autosuficiente en sus necesidades energéticas.
La energía que consume proviene del propio edificio generada a través de fuentes renovables, como térmica y fotovoltaica, geotérmica, aerotérmica, iluminación por tubos solares y leds, aprovechamiento del agua de lluvia y sistema de ventilación de recuperador de calor.
Este edificio, denominado Zero, que además cuenta con técnicas pasivas como un aislamiento envolvente reforzado, es la antigua vivienda del conserje del instituto.
Desde el inicio de este curso se ha convertido en dos salas, una multiusos y otra para profesores, en las que el confort de sus usuarios está garantizado y con un gasto económico casi inexistente.
El edificio Zero, en el que se ha estado trabajando tres años, ha recibido ya la visita de algunos miembros del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y de varios institutos de Francia, con los que ya se está trabajando para establecer algún tipo de colaboración.
El proyecto fue seleccionado por el Ayuntamiento como visita recomendada en el programa de la Capitalidad Verde Europea de Vitoria en 2012.
El objetivo de este proyecto era triple: que los alumnos conocieran esta forma de construir, un modelo que cada vez cobra más fuerza; concienciar a la población de la fuerte dependencia que tiene de las energías convencionales y servir de ejemplo para otros proyectos de rehabilitación, ha informado hoy el centro.
El Instituto de la Construcción de Vitoria, perteneciente a la red de centros públicos de formación profesional de Álava, Ikaslan, cuenta con cerca de 300 alumnos.