Si de algo sabemos en Gasteiz, es de dulces, ¿verdad?. Nuestros pasteles y delicias como los vasquitos y nesquitas son conocidos en el mundo entero y ahora que la Navidad está a la vuelta de esquina, ya ha podemos encontrar otra de nuestra delicias más especiales: los mantecados Felipe II.
Hechos a mano, están elaborados con harina de trigo, azúcar, manteca y harina de almendra Marcona, y son, sin duda, uno de los dulces navideños que más galardones acumulan. En la propia caja se lee que son “los mantecados más antiguos del mundo”, y aunque no podemos asegurar que sea así, si podemos certificar que para los vitorianos, al menos, son los más ricos.
Por ello, aunque su precio es elevado (la caja de 14 mantecados supera los 20 euros y la de 5 kilos cuesta algo más de 100 euros), un buen vitoriano no puede, si el bolsillo se lo permite, prescindir de ellos en esta fechas.
El origen
En la propia web de la empresa familiar situada en la Venta de la Estrella hemos leído que el origen del nombre de los mantecados se remonta posiblemente al siglo XVI durante la vida del rey más famoso de Las Españas. Al parecer, el Conde de Benavente se lo ofreció a su Señor Don Felipe, y a su augusta esposa Isabel de Valois y triunfó, como era de esperar.
Con el paso del tiempo se redujo el tamaño del dulce y lo envolvieron en papel de seda. Y así lo presentaron, ya en los albores del siglo XX, a la Exposición Internacional de Madrid de 1903. Es allí donde alcanzó el preciado premio de la “Medalla de Oro” junto con Diploma de Honor de 1ª clase (es la única vez que un mantecado ha recibido este galardón) y a partir de ese primer reconocimiento, ha ido consiguiendo premios y más premios hasta la Estrella de Oro al Sabor Superior Award 2013 que otorga el International Taste & Quality Institute -ITQI- (Instituto Internacional de Sabor y Calidad) de Bruselas.
Por todo ello, os animamos a que endulcéis vuestro paladar con este dulce tan vitoriano y disfrutéis de esta leyenda de nuestra gastronomía. 🙂