La Policía Local de Vitoria colocará un radar móvil en la avenida San Prudencio, una vía cuya velocidad máxima es de 30 kilómetros hora y donde el 99,93 % de los conductores rebasa ese límite.
Aunque se trata de una zona de tráfico calmado, el Ayuntamiento de Vitoria había recibido quejas sobre la excesiva velocidad de los vehículos y el elevado volumen de tráfico.
Por ello la primera semana de mayo el servicio municipal de Tráfico instaló unos aforadores en el tramo comprendido entre las calles Camino de Armentia y José María Cagigal que han confirmado las protestas vecinales.
De esta manera, de los 87.180 vehículos controlados, sólo un 0,07 % de los que entraron desde el Camino de Armentia respetó el límite de velocidad. Además 274 vehículos, el 0,06 %, rebasó los 90 kilómetros por hora, por lo que sus conductores podrían haber sido denunciados por un delito contra la seguridad vial.
En sentido salida de la ciudad -desde la estatua del Santo a Camino de Armentia- un 4,2 % condujo dentro de los límites establecidos, la mitad pasó entre los 41 y 50 kilómetros y 9 vehículos (0,02 %) superaron los 91 kilómetros por hora.
Ante esta situación, la Policía Local llevará a cabo en los próximos días una campaña especial de control de velocidad en esta avenida, por la que cada día circulan de media 6.700 vehículos en cada sentido.
Los conductores que superen la velocidad máxima serán “cazados” por el radar móvil y podrán ser denunciados en la vía administrativa o en la judicial si incurrieran en un delito contra la seguridad del tráfico.
El objetivo de esta medida es “persuadir a los conductores más rápidos y potenciar la seguridad vial”, según ha explicado el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Zapatero, quien ha abogado por “una conducción responsable y segura, respetando los límites de velocidad”.