Diccionario de Bilbao: ‘chichibirichi’, ‘chapichusqui’ y ‘cacarraldo’
Volvemos a la carga hoy con una nueva entrega de nuestro Diccionario de Bilbao, lleno, como sabéis de más que interesantes palabras de Bilbao. Nuevamente, hemos acudido al magno“Lexicón bilbaÃno”, cuyo autor fue Emiliano de Arriaga -sobrino, por cierto, del gran compositor Juan Crisóstomo de Arriaga, el mismo que da nombre al teatro- para traer aquÃ, a continuación las tres palabras de hoy. Vamos con ellas:
Chichibirichi: “Objeto de mucho relumbrón y poco fuste“. Es un término que, como tantos otros, proviene del euskera (“txitxibiritz“, se dice en esta última lengua) y que tiene, según apunta Arriaga, un equivalente en el francés “bibelots“.
Chapichusqui: “Desaliñado en el vestir“. En este caso, es una palabra formada por dos diferentes términos: “trapo“, del castellano, y “drauskil” o “trauskil“, del euskera, que significa “desastrado o andrajoso”. Mal asunto, apuntamos nosotros, si a un bilbaino le llaman esto, toda vez que tenemos fama de vestir con una elegancia que no tienen en ninguna otra parte del mundo…
Cacarraldo: además de traducirse como “escarabajo“, en su acepción más cientÃfica (“coleóptero pentámero -detalla Emiliano de Arriaga- que despide un olor nauseabundo y habita en sitios húmedos, sombrÃos y con preferencia en los estercoleros, enseñoreándose con deleite a través de cacamolsos que halla en las estradas y caminos“), se dice, también, de la persona “insistente, pesada, con malas formas, grosera“. Si te dicen “no me seas cacarraldo“, mejor corregirse, amigo bilbaino… Explicamos que “cacamolso“, término que acabamos de mencionar, quiere decir “excremento relativamente blando, depuesto en forma de plasta“. Vamos, que un cacarraldo es un plasta, en definitiva.
Hay mucho chichibirichi que en el fondo es un chapichusqui, cuando no un cacarraldo, aunque no en Bilbao, desde luego… En la Capital del Mundo somos gente mayormente distinguida, que conste… ¡Hasta pronto!