El novio a su pareja: “Yo conduciré, tú siéntate ahí y quédate como una reina”. La novia a su novio: “Deja de fregar, ya lo hago yo, que lo hago mejor”. Son dos ejemplos, simples y banales, de micromachismos. Las creencias y prejuicios sobre lo que naturalmente interesa a hombres y mujeres están más arraigados de lo que estamos dispuestos a reconocer. A menudo juzgamos como naturales comportamientos que no lo son ¿Te has parado a observar si tratamos diferente a los bebés según su género?
Please comment with your real name using good manners.