Franziska, natural de Alemania, niega rotundamente todas las acusaciones, y asegura que se trataba de un juego sexual y que su novio sabía perfectamente lo que estaban haciendo.
Pero el novio, Tim Schmidt, cuenta una versión diferente. Según él, la propia Franziska admitió que lo quiso matar, aduciendo una razón muy curiosa: lo quiso asfixiar con sus pechos para que sufriera lo menos posible y tuviera la más placentera de las muertes.
“Yo le pregunte porque quiso matarme con sus pechos, y ella me dijo: tesoro, yo quería que tu muerte sea lo mas placentera posible”.
“Me puse azul”
“Ella agarro mi cabeza y la empujo con fuerza hacia sus pechos. Yo no podía respirar, creo que me puse azul. No podía apartarme y pensé que me iba a morir”, dice el novio.
“De repente pude zafarme, escapé desnudo a la casa del vecino, quien dio alarma a la policía”, explica.
Según Schmidt, su novia intentó matarlo después de descubrir que él tenía intención de dejarla.