La Fiscalía de Gipuzkoa pide siete años de cárcel para un joven marroquí que será juzgado próximamente en San Sebastián acusado de violar en un hostal de la capital donostiarra a una amiga a la que conocía desde hacía dos años.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos se remontan al 1 de enero de 2009, cuando la chica, que por entonces tenía 18 años, llegó a la estación de Hendaia (Francia), donde la esperaba el procesado, de 21 años.
A continuación, ambos jóvenes se trasladaron en tren a San Sebastián y, tras tomar varias copas por diferentes bares de la ciudad, el imputado dijo a su acompañante que tenía un apartamento en la ciudad y que se lo quería enseñar.
La pareja de amigos llegó al inmueble sobre las 2:25 horas del 2 de enero, si bien no se trataba de un apartamento, sino de la habitación de un hostal situado en la Parte Vieja de la capital guipuzcoana, donde el acusado ofreció a su víctima la posibilidad de pasar la noche.
El documento del Ministerio Público explica que la chica rechazó la invitación, momento en el que presuntamente el hombre “la tumbó sobre la cama” con “ánimo libidinoso“, le arrancó la camiseta y el sujetador y, tras amenazarle con el puño, le obligó a hacerle una felación.
A continuación, terminó de quitarle la ropa y la violó, a pesar de que la joven le advirtió de que padecía de “problemas renales“. Posteriormente, el imputado se disculpó con la perjudicada, le pidió que no llorara y, tras ducharse, ambos cogieron un taxi que el encausado abandonó en Irun, mientras la chica continuó hasta Hendaia.
El documento de la Fiscalía aclara que el hombre actuó con sus facultades volitivas e intelectivas afectadas por el “excesivo” consumo de bebidas alcohólicas que había ingerido durante la noche.
Al día siguiente, el acusado envió a la chica un mensaje con el texto: “Nunca me lo voy a perdonar, lo siento” y le dejó un mensaje de voz en el que le aseguraba que quería hablar con ella para pedirle “disculpas” y que no le “jodiera la vida“, porque fue la “droga” la que le llevó a comportarse “así”, entre otras excusas.
El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito de violación con la atenuante de intoxicación semiplena por el consumo de bebidas alcohólicas por el que reclama siete años de cárcel para el imputado, que no pueda acercarse ni comunicarse durante nueve años con su víctima y que la indemnice con 3.000 euros por los daños sufridos.