El Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián volverá a activar el plan contra las nevadas ante el aviso de nuevas precipitaciones a nivel del mar el próximo miércoles.
Las concejalas de Protección Civil y Obras y Servicios, Nekane Burutaran y Nora Galparsoro, y el responsable municipal de Protección Civil, Txetxu Mendizabal, han informado hoy de que Euskalmet avisa de otro temporal de nieve y bajas temperaturas, por lo que mañana se activará la alerta amarilla y el miércoles la naranja.
Los tres han dado cuenta del operativo desarrollado durante los últimos cuatro días, en que no se ha producido ningún daño personal ni incidencias graves.
Burutaran han explicado que la prioridad fue que nadie quedara en situación de desprotección, por lo que los dos locales “del frío” que tiene el consistorio se abrieron sin límite de plazas -su máximo es 80- y acogieron a una media de 110 personas durante esos días, en que los termómetros llegaron a los -4%.
También se puso especial atención en garantizar los accesos a hospitales y colegios dentro del plan municipal, denominado Elurra, que “se ha cumplido escrupulosamente“, según la edil.
Del jueves al domingo, aunque el plan se desactivó en la medianoche del sábado, se ha intervenido en 66 incidencias, desde las relacionadas con placas de hielo y retirada de carámbanos a las ocasionadas por ramas caídas y contenedores desplazados por el fuerte viento de ayer.
El contingente desplegado ha tenido un coste de 28.500 euros, de los cuales 6.800 han correspondido a los quitanieves, 7.200 a la sal y 14.500 a los recursos de FCC, ya que se ha contado con una docena de equipos móviles con cuchillas y dispersadores de sal.
Se han empleado 81 toneladas de sal y en este momento hay otras 45 almacenadas.
Burutaran ha señalado que durante la mañana del jueves y la tarde del sábado se produjeron las incidencias más reseñables, como varias líneas de autobuses que no pudieron prestar servicio el día 4 a causa de la intensidad de la nevada en los barrios de Altza, Herrera y Bidebieta.
Ha mencionado también los problemas de tráfico, a causa de la nieve y el hielo, registrados en los accesos al centro comercial Garbera, con una gran afluencia de vehículos que originó colas que llegaron al túnel de Polloe, en la variante donostiarra.
La concejala ha dicho que tienen intención de contactar con los responsables del centro comercial para pedirles “una respuesta propia” en caso de que se repitan situaciones similares, pues la creen conveniente de la misma forma que los vecinos de la ciudad colaboran limpiando sus aceras.
“Hablaremos con ellos para ver cómo solucionar mejor esos problemas“, ha señalado, aunque no ha precisado cuál será exactamente su solicitud.