Garazi Ramos.- Aquí… en Santa Clara, en una isla en plena bahía de La Concha… Aquí en Donostia…
No solo podemos presumir de playas o de gastronomía, sino que también tenemos que fardar de tener una isla en pleno San Sebastián
¿Salimos a navegar?
Una pequeña playa, un paseo hasta el edificio donde se encuentra el faro, un café en la terraza del bar, un embarcadero, un bocadillo en el merendero, unas inmejorables vistas de la ciudad…
Un sitio al que ir nadando desde las playas de la bahía o en lancha motora, un servicio que sale cada media hora del puerto hasta el embarcadero de la isla.
Dicen que guarda las penas de los corazones solitarios, las sonrisas de los afortunados, las miradas complices de los amantes, las ilusiones de los soñadores, los suspiros de los que han perdido algo…
‘Y que nos huelga la piel a roca a espuma y a sal’
Un sitio mágico
Santa Clara deja que el sol por el día la toque un poco, sin embargo es la luna la que la envuelve y la convierte en un sitio mágico durante las noches, plagada de secretos que aparecen con la bajamar.
Inmortal:
‘Una fotografía frente a Santa Clara’ así la mencionaba el grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh en su canción Inmortal. Plagada de especies exóticas como el Ciprés, la Caña gigante, la falsa Acacia o el Trébol y transitada por la lagartija ibérica de San Sebastián o las gaviotas, podemos decir que nuestra isla también es inmortal.
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