La exposición “Mil manos sin rostro” dará visibilidad a la realidad de las trabajadoras del hogar de origen extranjero, mediante un proyecto artístico que irá evolucionando a lo largo de los dos próximos meses en el Museo San Telmo de San Sebastián.
Susana Soto, directora de este centro, el concejal donostiarra de Cultura, Jon Insausti, y la portavoz de SOS Racismo de Gipuzkoa, Jone Urionaguena, han presentado este proyecto en una rueda de prensa en la que también han participado el fotógrafo Joseba Bontigui y Tatiana Bellorin, en representación del colectivo de mujeres migrantes trabajadoras del hogar del territorio
Durante la comparecencia, los comparecientes han explicado que esta muestra, que se podrá presenciar de forma gratuita entre el 4 de marzo y el 10 de mayo, incluirá fotografías, proyecciones, objetos de trabajo y distintos artículos a través de los cuales el visitante conocerá las historias, vivencias y reivindicaciones de estas mujeres.
Tres ámbitos estructuran esta exposición, el primero de ellos formado por una serie de imágenes que muestran, en primer plano y con total nitidez, las manos de estas trabajadoras y sus herramientas de trabajo, mientras que sus rostros quedan desenfocados, en un segundo plano.
El segundo espacio acerca al público a la realidad cotidiana de este colectivo mediante objetos que muestran las dificultades de su vida cotidiana, como contratos laborales, y sus preocupaciones por verse obligadas a realizar una “crianza transnacional” y un “duelo migratorio”, así como sus ilusiones por las “nuevas oportunidades” que esperan alcanzar.
Una galería de retratos, que en los primeros días de la exposición estarán vacíos y que, a partir del 25 de abril, se irán completando con las caras de las protagonistas del proyecto completarán el último ámbito de la muestra, a lo largo de la cual se desarrollarán también distintos encuentros, charlas y un concierto de música nicaragüense y latinoamericana.
Esta iniciativa cuenta con la “implicación activa” del colectivo de trabajadoras del hogar de SOS Racismo de Gipuzkoa, que ha contribuido especialmente a esta iniciativa con el fin de “transformar el concepto” que el público tiene de estas empleadas “a través de un planteamiento participativo y dinámico”.
De hecho el origen de este proyecto se encuentra en la publicación de un informe titulado “Trabajadoras del hogar de origen extranjero: situación sociolaboral y discriminación en el ámbito de los cuidados”, elaborado por SOS Racismo en 2019 y que, según esta plataforma, supuso “una nueva contribución para denunciar las situaciones abusivas laborales” que padecen estas mujeres.