La empresa Sade, propietaria del edificio Bellas Artes de San Sebastián, ha propuesto al Ayuntamiento recuperar el uso residencial del inmueble y habilitar una sala de cine en la planta baja del inmueble, a cambio de lo cual retiraría la reclamación de 13,7 millones de euros que demanda al consistorio.
La directora de Sade, Coro Odriozola, ha revelado esta oferta hoy durante su comparecencia ante la Comisión de Cultura, Euskera y Deporte del Parlamento Vasco, donde ha acudido para informar sobre la polémica que rodea al este edificio, después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco declarase que se encuentra en ruina y anulara la orden que declaraba el inmueble como bien cultural.
En el curso de las negociaciones que mantiene Sade con el Ayuntamiento la empresa plantea recuperar el uso residencial que fue suprimido por el Ayuntamiento, y mantener la estética exterior del edificio original, con “pequeñas correcciones” necesarias para su nuevo uso, ha informado Sade en un comunicado.
A cambio, la compañía acepta destinar las primeras plantas a construir un cine de 300 butacas, “pese a la escasa rentabilidad que tiene actualmente este negocio”, y se compromete a retirar la reclamación de 13,7 millones de euros que se encuentra pendiente de sentencia.
La Sade considera que es necesario derruir las fachadas laterales del edificio y reconstruirlas con una “estética similar”, ya que el inmueble se encuentra en estado de ruina.
Esta propuesta preservaría, a su juicio, el valor cultural que pueda tener el Bellas Artes.
Odriozola ha manifestado que si la administraciones quieren destinar el Bellas Artes a un museo del cine o a otro tipo de equipamiento cultural deben hacer una oferta de compra o de permuta, una medida que nunca se ha planteado.
El abogado de Sade, Javier Olaverri, ha asegurado en la comisión que recientes estudios técnicos han determinado que el edificio “puede derrumbarse en cualquier momento y sin previo aviso”, lo que de momento no ha ocurrido porque no tiene un uso que “le haga soportar cargas adicionales”.