Una minuciosa investigación desarrollada durante dos meses por la Ertzaintza, a lo largo de la que los agentes elaboraron un “perfil” del sospechoso y cotejaron datos con los Mossos d’Esquadra, permitieron detener ayer en Ermua al presunto autor de cuatro atracos cometidos en la comarca de Eibar.
Según informa el departamento vasco de Seguridad, la detención tuvo lugar ayer hacia la mediodía en Ermua, donde el atracador, de 55 años y originario de Barcelona, ha sido arrestado por efectivos de la Policía Vasca después de que el sospechoso les facilitara una identidad falsa e intentara darse a la fuga sin éxito.
El hombre, que llevaba dos meses residiendo en Ermua, cuenta con antecedentes y dos órdenes de ingreso en prisión en Barcelona y Alicante.
Para llegar a este momento, la Ertzaintza ha trabajado desde la comisión del primer atraco en la elaboración del perfil del supuesto delincuente lo que le permitió crear un grupo de sospechosos, al tiempo que averiguó que el autor de los asaltos llevaba poco tiempo residiendo en la comarca, que estaba buscado por la Justicia y que tenía el DNI caducado desde 2006 para evitar ser detenido durante su tramitación.
Además, determinó que el atracador actuaba siempre de manera similar, ya que se presentaba en los comercios, emplazados todos en un radio de 200 metros, con la cara semicubierta por un gorro o con el cuello de una sudadera subido y aprovechando la ausencia de clientes.
Asimismo, buscaba locales con personal exclusivamente femenino al que intimidaba con un cuchillo, al tiempo que gritaba “¡esto es un atraco!” para apoderarse a continuación con el dinero, tras lo que encerraba a las víctimas en los baños o en algún cuarto auxiliar con la advertencia de que no salieran en diez minutos.
El primer asalto ocurrió a finales de diciembre en la recepción de un hotel, tras lo que el hombre atracó dos agencias de viajes. El último robo tuvo lugar el lunes a las doce del mediodía en una óptica de Eibar.
El arrestado cuenta con más de una veintena de antecedentes por robos con violencia y dos órdenes de ingreso en prisión de juzgados de Barcelona y Alicante.
El hombre, que se encuentra en dependencias policiales mientras se instruyen diligencias, portaba 300 euros en el momento de su arresto que al parecer proceden del último robo.