JAVIER REBOLLO hace películas de autor. Es decir no se deja impresionar por la taquilla y hace obras personales.
Así han sido sus cortos, y así son LO QUE SE DE LOLA, su primer largo, y esta película en la que cuenta la historia de una mujer que, harta de su vida cotidiana, una noche abandona su hogar con un objetivo indeterminado.
Su odisea nocturna es lo que se narra aquí con una austeridad verdaderamente ejemplar, pero también con una ausencia de incidencias que, a la larga, lastra el resultado y obliga a alargar las secuencias y a repetir los detalles.
REBOLLO deja constancia de su estilo, por ejemplo fotografía muchas acciones a través de puertas, como si el cineasta fuera un mirón que observa las andanzas de su protagonista como algo ajeno.
Esta es una película distante hecha como si al director le interesara, sobre todo, representar la extrema soledad en la que se mueven sus criaturas. Inevitablemente viendo LA MUJER SIN PIANO vienen a la memoria las andanzas del protagonista de JO, QUE NOCHE.
Reconozco que me gusta mas el estilo SCORSESE, que retrata la realidad con abundancia de personajes y anécdotas, que la austeridad de REBOLLO que me deja indiferente a la media hora y acaba aburriéndome, porque, me temo, tampoco, ha sido capaz de llevar hasta el final sus propósitos, tal y como parece indicar la secuencia de no-sexo. En todo caso un autor puede hacer lo que le apetezca y los espectadores tienen la facultad de aprobarlo o rechazarlo.
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