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El repliegue de Dunkerque en el cine

Dunkerque

Entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940, se desarrolló la Operación Dinamo.

Localizada en la población costera francesa de Dunkerque, tenía como objetivo la evacuación de la Fuerza Expedicionaria Británica, que junto a soldados belgas y franceses había quedado sitiada en la población, rodeada por el ejercito Nazi, que por razones que desconocen se quedaron a 18 millas de la ciudad por orden de Hitler.

Esa Operación permitió que fuesen evacuados más de 330.000 soldados franceses y británicos que aguardaban en la playa para embarcar en lanchas,  pequeños pesqueros o lanchas de recreo que les condujesen hasta los buques de la Armada Británica.

Churchill convirtió este repliegue, que se saldo con 35.000 prisioneros de guerra, 132 aviones derrivados y 400 embarcaciones hundidas o dañadas, en una victoria, que según sus palabras costó la guerra a los Nazis.

En 1978 se estrenaba ‘De Dunkerque a la victoria’. Protagonizada por George Peppard y George Hamilton contaba la historia de un grupo de amigos que se veían separados por la II Guerra Mundial. Cada uno luchaba en un bando diferente, pero entre los episodios que relataba la película se localizaba la evacuación de Dunkerque.

En 2007, llegaba a los cines ‘Expiación’, adaptación de la novela del británico Ian McEwan ‘Atonement’.  Ambientada en la II Guerra mundial, el personaje de Robbie Turner, soldado raso del ejercito británico, llegaba a Dunkerque casi al final de la película.

Para contar la evacuación de Dunkerque Joe Wright, director de la cinta. filmó un plano secuencia de casi cinco minutos de duración. Filmada con steadycam en la playa británica de Redcar, la recreación de Dunkerque contó con más de 2000 extras locales. Entre los decorados figuraban una noria en movimiento, un quiosco de música, un barco varado y edificios destruidos.

Al ser preguntado por esta escena, Joe Wright contestó: “Se me ocurrió que podíamos rodarlo en una sola toma con steadycam si ensayábamos antes. Fue genial. Empezamos a ensayar a las 6:00 de la mañana y seguimos hasta las 6:30 de la tarde para que todo fuera sobre ruedas. Rodamos tres tomas. Todo el mundo estaba entusiasmado y se involucró de lleno. Los figurantes entendieron lo que intentábamos hacer y participaron activamente. Fue fantástico, me encantó. Además, la luz era asombrosa. Estaba convencido de que la luz sería buena, ni me lo planteé, siempre tuve fe”.

Su buena fe ha dado a esta escena un sitio entre las más recordadas de la historia del cine.

Ederne Frontela:

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