X

‘Todas las canciones hablan de mi’ por Felix Linares

    Categories: Crítica
Todas las canciones...

Seguramente es bueno para un cineasta pertenecer a una dinastía de personas dedicadas a la industria cinematográfica y que han conseguido fama, y algún OSCAR, aunque también algunas críticas. Queremos decir que JONÁS TRUEBA, hijo de FERNANDO y sobrino de DAVID, lo debe haber tenido mas fácil para dirigir su primer largometraje que cualquier otra persona. ¿Y el resultado?

Pues el esperado en la obra de un alguien que se permite sus caprichos y rinde homenaje a sus maestros que, por supuesto, son todos de rancio abolengo cinematográfico, desde ERIC ROHMER hasta WOODY ALLEN. Pero como dijo BENAVENTE: “bienaventurados nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos”.

Y en esas está el bueno de JONÁS tratando de encajar unos diálogos pretendidamente ingeniosos en unas imágenes apropiadas, para contar la historia de un protagonista que aspira a ser el colmo del nihilismo pero que solo es un dubitativo holgazán, con un ritmo narrativo que permite ver como se seca la pintura en las paredes, por citar otra frase alusiva.

Para que nada falte, hace que BARBARA LENNIE soporte dos primeros planos de larga duración, tal y como hiciera ISAKI LACUESTA en LOS CONDENADOS y nos coloca una selección de sus canciones favoritas. Cuesta recordar una secuencia mas torpe que la del protagonista escuchando LA ESTACIÓN DE LOS AMORES de FRANCO BATTIATO.

Aunque a golpe de incompetencia uno acaba desarrollando cierto aprecio por la película a pesar de que el director hace todo lo posible por desanimarte. Hasta que el plano final confirma todas las sospechas: el que copia a muchos no investiga, simplemente es un copión. Y no tiene gracia.

Ederne Frontela:

View Comments (0)

Related Post