El pasado domingo nos enterábamos de la muerte de Aitzol Aramaio. El corazón del joven cineasta de 40 años dejaba de latir mientras dormía en su casa de Ondarru.
Aramaio había dirigido su primer largo en 2008, adaptó la novela de Unai Elorriaga ‘Un tranvía en SP’, que había dado al escritor getxotarra el premio nacional de narrativa en 2002, y para su ópera prima se rodeó de actores tan conocidos como Julieta Serrano, Bárbara Goenaga, Héctor Alterio y Daniel Brühl. A las pantallas llegó con el título de ‘Un poco de chocolate’ y abrió al cineasta de Ondarru un nuevo camino, un paso más después de sus experiencias los videoclips de Kepa Junkera o Mikel Urdanganrín y los cortometrajes.
Uno de esos cortos, ‘Terminal’, fue el que le dio 21 galardones y reconocimientos en 2003, y es que , entre otros, resultó ganador del Festival de Cortos de Berlín.
La inesperada muerte de Aitzol Aramaio ha cogido a todos por sorpresa pero los que mejor le conocían ya comienzan a preparar actos en torno a su persona. El primero de ellos llegará el próximo sábado en su localidad natal. A las 17:00 horas el bar Jai-Brian será el escenario de un homenaje al cineasta cuya vida y carrera han quedado truncados demasiado pronto.