Cuando Fernando Trueba recibió el Oscar a la mejor película de habla no inglesa de 1994 por ‘Belle Epoque’ y subió al escenario a recoger el galardón pronunció las siguientes palabras: “Me gustaría creer en Dios para agradecérselo. Pero solo creo en Billy Wilder, así que, gracias Mr. Wilder” Al día siguiente el genio de la industria cinematográfica le llamó por teléfono y le dijo: “Hola Fernando, soy Dios”.
Ocho años después de aquella conversación, el 27 de marzo de 2002 el director nacido en Polonia fallecía a los 95 años. Desde entonces ha pasado una década. Diez años en los que nadie ha sido capaz de emular el arte de este cineasta que ganó 5 Oscars y que en 1981 dirigió la que sería su última película ‘Aquí un amigo’. No dejó de trabajar por gusto, le obligaron a hacerlo, ya que ninguna aseguradora quería trabajar con él debido a su avanzada edad. Ironía o no, murió 21 años más tarde a consecuencia de una neumonía.
60 películas como guionista, 26 como director y una frase en su lápida “Soy escritor, pero nadie es perfecto”. Perfectas eran para muchos sus películas. Si hay que quedarse con una, lo tendríamos difícil. Por eso nos quedamos con cuatro, ‘Primera Plana’, ‘El apartamento’, ‘Con faldas y a lo loco’ y ‘El crepúsculo de los dioses’.