JOHN MADDEN consiguió fama hace catorce años con SHAKESPEARE ENAMORADO, aquella película repleta de OSCAR y buenas críticas gracias al inteligente guión de TOM STOPPARD. Tras ella MADDEN se despistó por caminos discutibles con LA MANDOLINA DEL CAPITÁN CORELLI o LA VERDAD OCULTA, pero hace un par de años recuperó prestigio con LA DEUDA, una historia de espionaje y misterio.
Y ahora vuelve con EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD otra película perteneciente a su lado mas emotivo que, como ocurre en otras de sus películas tiende al empalago. Aquí una colección de británicos jubilados llega a la INDIA y tiene que alojarse en un hotel en ruinas con un entusiasta director al que amargan la vida su madre y el hermano de su novia.
Los pensionistas también llevan sus peculiaridades a cuestas, aunque ninguna va mas allá de los estereotipos habituales: los que huyen de la ruina económica, la que busca romances excitantes, el que se escapa de un trabajo agobiante, la que quiere recuperar la salud.
En ese hotel no conoceremos mejor a estos personajes porque todos hacen lo que tienen que hacer, lo que se espera en una película sin ideas, sin guión y con la confianza en que el espectador disfrute de la liviandad.
Estamos en una etapa en la que la crisis obliga a hacer películas de buen rollo para alivio de la población. En esto también se diferencia de LA GRAN DEPRESIÓN. No es que espere ver LAS UVAS DE LA IRA todos los días, pero no me sentaría mal encontrarme con alguna película semejante a las de FRANK CAPRA. MADDEN está muy lejos y su buen rollo no puede encubrir su vulgaridad cinematográfica.
Félix Linares